Hola, soy Michel reviewed Carcoma by Layla Martínez
Review of 'Carcoma' on 'Goodreads'
5 stars
Sencillamente indispensable. Son demasiadas cosas que resaltar. Mi mayor descubrimiento literario en años.
Paperback, 138 pages
Español language
Published by Amor de madre.
Todas las casas guardan la historia de quienes las han habitado. Las paredes de esta casa perdida en el páramo hablan de voces que surgen de debajo de las camas, de santas que aparecen en el techo de la cocina, de desapariciones que nunca se resuelven. Los vecinos reniegan de sus dos habitantes a la luz del día, pero todos acuden a ellas cuando nadie los ve. La abuela se pasa los días hablando con las sombras que viven tras las paredes y dentro de los armarios. La nieta vuelve a la casa tras un incidente con la familia más rica del pueblo. Ahora, desenredando la historia de la casa, se han empezado a dar cuenta de que las sombras que la habitan estuvieron siempre de su lado.
Sencillamente indispensable. Son demasiadas cosas que resaltar. Mi mayor descubrimiento literario en años.
Llego tardísimo a este libro porque se me perdió en la montaña de pendientes. Supongo que no aporto nada nuevo porque ya se ha escrito mucho sobre él, solo quería dejar aquí dicho que ES BUENÍSIMO. Si queda alguien por leerlo, lo recomiendo 100%.
Una novela corta pero que funciona a muchos niveles: la casa embrujada, la brutalidad en la España rural, el abismo entre clases sociales, la violencia contra las mujeres, la falta total de oportunidades para los pobres, el odio que hace enloquecer a cualquiera. El estilo narrativo me ha encantado, alternando los puntos de vista de la abuela y la nieta, incluyendo los párrafos que parecen una transcripción literal del lenguaje oral, sin comas pero con onomatopeyas.
El principio es lo que más me gustó, y me predispuso a favor de la novela: esa familiaridad con los fantasmas de la casa (hay que fijarse cómo están calzadas las piernas que salen de debajo de la cama para saber si es la abuela o cualquier aparecida), eso de que los ángeles sean unas mantis religiosas gigantes que no conviene tener alrededor de tu cama, le dan un toque de humor que ya …
Una novela corta pero que funciona a muchos niveles: la casa embrujada, la brutalidad en la España rural, el abismo entre clases sociales, la violencia contra las mujeres, la falta total de oportunidades para los pobres, el odio que hace enloquecer a cualquiera. El estilo narrativo me ha encantado, alternando los puntos de vista de la abuela y la nieta, incluyendo los párrafos que parecen una transcripción literal del lenguaje oral, sin comas pero con onomatopeyas.
El principio es lo que más me gustó, y me predispuso a favor de la novela: esa familiaridad con los fantasmas de la casa (hay que fijarse cómo están calzadas las piernas que salen de debajo de la cama para saber si es la abuela o cualquier aparecida), eso de que los ángeles sean unas mantis religiosas gigantes que no conviene tener alrededor de tu cama, le dan un toque de humor que ya nos dice que no será una novela de terror convencional… lo peligroso no son los fantasmas, son los que se cargan a la mitad de tu familia en la tapia del cementerio.
Hay novelas cuya lectura nos aporta calidez y nos transporta a un lugar seguro. Otras, en cambio, están en las antípodas de esa sensación; nos rompen los esquemas y nos remueven por dentro. Carcoma, de Layla Martínez, pertenece al segundo grupo. Y no puedo dejar de recomendarla.
Hay pocas emociones más ajenas a mi cotidianeidad que el rencor. Mis enfados son estallidos pasajeros, y raro es que no me calme enseguida. Quizá por eso, por contradictorio que suene, haya resonado tanto conmigo una novela en el que es el tema principal.
Y es que Carcoma es una obra visceral, vengativa, escrita desde la ira y desde las tripas y con plena conciencia de clase y de género. Es un relato conciso, cuya narrativa combina con maestría el terror psicológico, el realismo mágico costumbrista y la novela social.
Por manido que suene, la casa de Carcoma no solo es un personaje …
Hay novelas cuya lectura nos aporta calidez y nos transporta a un lugar seguro. Otras, en cambio, están en las antípodas de esa sensación; nos rompen los esquemas y nos remueven por dentro. Carcoma, de Layla Martínez, pertenece al segundo grupo. Y no puedo dejar de recomendarla.
Hay pocas emociones más ajenas a mi cotidianeidad que el rencor. Mis enfados son estallidos pasajeros, y raro es que no me calme enseguida. Quizá por eso, por contradictorio que suene, haya resonado tanto conmigo una novela en el que es el tema principal.
Y es que Carcoma es una obra visceral, vengativa, escrita desde la ira y desde las tripas y con plena conciencia de clase y de género. Es un relato conciso, cuya narrativa combina con maestría el terror psicológico, el realismo mágico costumbrista y la novela social.
Por manido que suene, la casa de Carcoma no solo es un personaje clave en la narrativa, sino su eje vertebrador. Es a la vez la maldición de las protagonistas y el catalizador de sus instintos vengativos. Leer Carcoma hace inevitable entrar en sus paredes llenas de humedades y secretos. En las duras circunstancias que viven la abuela y la nieta que la habitan (personajes tan interesantes como grises). La precariedad, las sombras y el ambiente malsano se vuelven algo palpable y tangible. La casa está viva y, con ella, generaciones de historia.
Layla Martínez hilvana con precisión y rabia un relato que no se esconde al buscar justicia (y venganza como conclusión satisfactoria) para quienes peor lo tienen. Su intensidad golpea, de abajo arriba, como es (y debe ser) la lucha de clases.
¡Si las paredes hablaran! Este libro destila rabia, rencor, odio y toca tantos temas que no te deja indiferente esa carcoma que te corroe, de una forma u otra.
Aunque Layla Martínez utilice elementos del realismo mágico en su narración, lo que convierte a ‘Carcoma’ en una historia terrorífica es la fidelidad con la que refleja las consecuencias del privilegio en aquellas familias sobre las que se construye. Cómo se acuerpa esa pobreza que se va clavando dentro mientras se observan las recompensas obtenidas por el señorito a costa del sufrimiento de generaciones y generaciones. Familias que crecen alrededor de un odio casi genético que se come por dentro a sus integrantes.
Una absoluta maravilla de libro. Imprescindible.
Carcoma o quera, es el nombre común de larvas de varias especies de coleópteros que perforan madera (vigas, muebles, artesonados, etc.) y la dañan en ese proceso al crear galerías, dejando un característico polvo llamado serrín o también quera. Comen madera en su fase larval (xilófagos), y hay diferentes tipos de carcoma. (Wikipedia).
Carcomer. 1. tr. Dicho de la carcoma: Roer la madera. 2. tr. Consumir poco a poco la salud, la virtud, etc. U. t. c. prnl. 3. prnl. Dicho de una cosa: Llenarse de carcoma. (RAE.es)
"En esta casa no se hereda dinero ni anillos de oro ni sábanas bordadas con las iniciales, aquí lo que nos dejan los muertos son las camas y el resentimiento. La mala sangre y un sitio para echarte a la noche, eso es lo único que puedes heredar en esta casa".
El libro está clasificado en la mayoría de los sitios en …
Carcoma o quera, es el nombre común de larvas de varias especies de coleópteros que perforan madera (vigas, muebles, artesonados, etc.) y la dañan en ese proceso al crear galerías, dejando un característico polvo llamado serrín o también quera. Comen madera en su fase larval (xilófagos), y hay diferentes tipos de carcoma. (Wikipedia).
Carcomer. 1. tr. Dicho de la carcoma: Roer la madera. 2. tr. Consumir poco a poco la salud, la virtud, etc. U. t. c. prnl. 3. prnl. Dicho de una cosa: Llenarse de carcoma. (RAE.es)
"En esta casa no se hereda dinero ni anillos de oro ni sábanas bordadas con las iniciales, aquí lo que nos dejan los muertos son las camas y el resentimiento. La mala sangre y un sitio para echarte a la noche, eso es lo único que puedes heredar en esta casa".
El libro está clasificado en la mayoría de los sitios en la categoría de terror. Como la gran mayoría de las novelas o películas de este género que realmente causan miedo logra tocar nuestros propios traumas y problemas. No se trata de una novela de fantasmas o seres imaginarios, aunque pudiera parecer que sí. Se trata de una novela en donde una familia, que habita una casa convive con la más temible de las sombras: El odio.
Layla Martínez logra describir con maestría la manera en que, muchas veces sin percatarnos, existen traumas que se heredan de generación en una familia y/o grupo. Podemos lo transpolar a cualquier área de nuestra vida, personal, social o profesional.
"De eso han muerto todos en esta familia, de odios suyos o de los demás, pero siempre de odios".
Sin dejar entrever la trama, puedo decir que la autora logra utilizar simbolismos para enviar un mensaje realmente aterrador: Las sombras del pasado se alimentan de nuestros odios. Son la carcoma que nos come lentamente, hasta dejarnos secos, atrapados entre las cuatro paredes de una prisión que nosotros levantamos con nuestras propias obsesiones.
No es el primer libro de Layla Martínez, sí el primero que leo y, creo, con el que se a catapultado a nivel internacional (y fuerte). Buscando información sobre ella veo que ha escrito varios libros, ensayos en su mayoría, muchos en temas que ahondan en el feminismo, la violencia, etc. Me queda claro que estos antecedentes han fortalecido su bagaje para lograr, en muy pocas páginas, el terror al mostrarnos un reflejo de las sombras más oscuras que alberga nuestra psique.
No temo decir que inicialmente la había calificado más bajo, y que tras analizar mis notas, me percaté que es un gran libro. ¿Por qué calificarlo bajo? Porque, como ya he dicho, las estrellas, en mi caso, reflejan cuánto disfruté la lectura y en el caso de Carcoma me hizo sentir muy incómodo. Pero sería injusto calificar de igual manera una novela histórica que una novela de terror. Es una novela que se vuelve un ensayo del odio, un género en el que Martínez se desenvuelve muy bien.
En conclusión, es un libro que tras leerse debe decantarse y dejar que repose un rato, porque conforme piensas en él va tomando más y más cuerpo, sabor y profundidad. Es un vino para beberse despacio y el retrogusto es largo.