De la pura inteligencia no brotó nunca nada inteligible, ni nada razonable de la razón pura. Sin belleza de espíritu, la inteligencia es como un siervo artesano que desbasta una valla de madera tosca de acuerdo con lo que se le ha indicado, y clava uno tras otro los postes para el jardín que su dueño quiere construir. El asunto todo de la inteligencia es cuestión de necesidad. Nos protege del sinsentido y de la injusticia asegurando el orden; pero estar seguro frente al sinsentido y frente a la injusticia no es el grado más alto de la perfección humana. Sin belleza del espíritu y del corazón, la razón es como un capataz que el amo de casa ha enviado para vigilar a los criados. [..]. De la pura inteligencia no ha surgido ninguna filosofía, pues filosofía es más que sólo el limitado conocimiento de lo existente.
— Hiperión o el eremita en Grecia by Friedrich Hölderlin (Page 117 - 118)