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Leer poesía es una experiencia extraña e íntima. Es la única forma que se me ocurre para expresarlo. Cuando leo poesía me encuentro a un desconocido que se muestra desnudo ante mi.

Yo misma escribo poesía desde pequeña. A veces las palabras me desbordan, casi las veo deslizarse de mi cuerpo, escapar de mi para entregarse al viento. De esa misma forma veo este poemario: la intensidad y la emoción de un nuevo amor, la desdicha de un desamor narrado en versos.

Para quien no lo sepa, soy de Valencia. Muy cerca, todo ha sido devorado por las aguas y el barro. En momentos así puedes creer que la poesía no sirve para nada. O todo lo contrario: pensar que no hay dolor del que no puedas escribir algo hermoso. En eso consiste la poesía, exponernos sabiendo que otro al que no conocemos también sufre un dolor como el nuestro. Sabernos acompañados en la distancia, sentirnos liberados juntando letras, darle voz a nuestros demonios. No es un libro desgarrador, es un libro bello. Justo lo que necesitaba, llegó en el momento preciso.

Podría centrarme en la idea de Mesias y libertador que recaen sobre su protagonista en su trama política, religiosa, en el papel de las mujeres... Pero seguiré caminos menos trillados.

Entre la amplia y diversa vida laboral de Frank Herbert hay una actividad que fue la causa de que escribiera "Dune". Era ecólogo y en una investigación sobre un desierto y sus dunas hayo la semilla (nunca una palabra fue tan acertada como esa) de esta obra. Desarrolló un planeta complejo y fascinante en el que la vida casi parecía insostenible por su sequía y peligros. Elaboró una filosofía y estilo de vida fascinante entorno a la escasa cantidad de agua disponible y el único producto abundante existente: la melange. Para la época en la que escribió esta novela, parece muy actual la idea de Terraformar ese mundo extremadamente hostil. Con sus conocimientos prácticos y su mente creativa este autor habría sido de gran utilidad en los experimentos que pretenden terraformar el planeta Marte. Aunque diría que los humanos destacamos destruyendo planetas más que (re)creándolos 🤷‍♀️ .

Me habría gustado que dedicase aún más páginas a esa modificación de Arrakis, a sus planes de volverlo más verde y adaptado a los humanos. Agradecí el Apéndice sobre su ecología.

No explicaré la trama, pero diré que en su conjunto el libro me pareció interesante y no tan difícil como lo imaginaba. Hay paralelismos más que evidentes con el pueblo bereber de Marruecos (también hay descendientes suyos en las Islas Canarias) que son habitantes del desierto, y un cierto aire a los cuentos de las 1001 noches al inicio de cada capítulo.

Estoy dispuesta a leer su continuación. Eso es mucho decir, porque no me agradan los libros grandes y este tiene más de 700 páginas.

Es un cuento breve con unas ilustraciones preciosas. Parece el germen (muy lejano en el tiempo) de la saga de "Juego de Tronos". Su protagonista es Adara y tiene 5 años. Es una niña solitaria y maldita, todos la consideran rara y hecha del frío del invierno. Su único amigo es un dragón de hielo. Por la guerra y los abusos propios de las invasiones no es un relato apto para los mas pequeños de la casa. Es triste y hermoso, pero también contiene la semilla de la esperanza propia de la primavera.

Mérito tiene que lo haya leído y disfrutado porque cada vez que recuerdo que Martin nunca acabó "Juego de Tronos" me sale humo hasta por las orejas. No se lo perdonaré jamás, si pudiera haría un caldo con sus huesos 🔪🔪🔪. Después de mi inusitado arrebato de violencia, haré una recomendación: Si os gustan los audiolibros podéis encontrarlo en "Noviembre Nocturno" en IVOOX (1h 12 min). Cultura gratis, no se puede pedir más.

Leer poesía es una experiencia extraña e íntima. Es la única forma que se me ocurre para expresarlo. Cuando leo poesía me encuentro a un desconocido que se muestra desnudo ante mi.

Yo misma escribo poesía desde pequeña. A veces las palabras me desbordan, casi las veo deslizarse de mi cuerpo, escapar de mi para entregarse al viento. De esa misma forma veo este poemario: la intensidad y la emoción de un nuevo amor, la desdicha de un desamor narrado en versos.

Para quien no lo sepa, soy de Valencia. Muy cerca, todo ha sido devorado por las aguas y el barro. En momentos así puedes creer que la poesía no sirve para nada. O todo lo contrario: pensar que no hay dolor del que no puedas escribir algo hermoso. En eso consiste la poesía, exponernos sabiendo que otro al que no conocemos también sufre un dolor como el nuestro. Sabernos acompañados en la distancia, sentirnos liberados juntando letras, darle voz a nuestros demonios. No es un libro desgarrador, es un libro bello. Justo lo que necesitaba, llegó en el momento preciso.