Estoy que no paro de leer sobre peregrinos para prepararme para el Camino de Santiago, que haré en menos de un mes. Este librito es la historia de un peregrino anónimo que peregrina por Rusia en el siglo XIX con el objetivo de aprender la oración interior a Jesús y profundizar en ella al máximo. Mantener el nombre de Jesús siempre, orar sin cesar, como piden las primeras comunidades cristianas. Aunque es un libro del cristianismo ortodoxo, cosa que se ve en algunos aspectos de la historia, como los sacerdotes casados y con hijos o la adoración a los iconos de los santos, esta edición de Monte Carmelo viene con una introducción y anotaciones a pie de página que nos ayudan a entender todo desde el catolicismo. Y, oye, todas las historias que vive este peregrino y las que le cuentan los personajes con los que se cruzan, son maravillosas. Además , aprendes mucho de la Filocalía, de los místicos ortodoxos y de los Padres del Desierto. Al final, sobre todo, te quedas con la oración a Jesús: «Señor Jesús, ten misericordia de mí».