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Mexicana, científica de bioinformación, me encanta leer, amo el idioma español
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Layla Michán finished reading Becoming by Michelle Obama

Becoming by Michelle Obama
IN A LIFE filled with meaning and accomplishment, Michelle Obama has emerged as one of the most iconic and compelling …
El relato de su trabajo en equipo es importante porque a menudo no nos fijamos en lo crucial que resulta esa capacidad para la innovación.
En cambio, tenemos muchos menos relatos de la creatividad colaborativa, la cual resulta de hecho más importante para entender cómo se configuró la actual revolución tecnológica. Y puede que también más interesante.
Esta fusión del ordenador personal e internet permitiría que la creatividad digital, los contenidos compartidos, la formación de comunidades y la interconexión social florecieran a una escala masiva, y ello, a su vez, hizo realidad lo que Ada había denominado «ciencia poética», en que creatividad y tecnología constituían la urdimbre y la trama de un tapiz como los del telar de Jacquard.
La discusión constituyó un caso típico de cuestionamiento de lo acontecido a la hora de escribir sobre la creatividad en equipo; cada jugador
tiene un recuerdo distinto de quién realizó cada contribución, con una tendencia natural a exagerar la suya propia. Todos hemos observado esta propensión en nuestros amigos en muchas ocasiones, y quizá incluso más de una o dos veces en nosotros mismos. Aun así, es irónico que una disputa de este tipo tuviese lugar justo cuando veía la luz una de las creaciones más colaborativas de la historia, un sitio basado en el convencimiento de que la gente contribuiría voluntariamente sin exigir ningún reconocimiento [g58].
El énfasis en el despliegue en lugar de en las herramientas de edición hacía que la Red estuviese más cerca de convertirse en una plataforma de publicación compartida para gente con servidores que en un espacio de colaboración y creatividad.
El objetivo era facilitar la creatividad del equipo —el intercambio de ideas que se produce cuando la gente se reúne y termina de
dar cuerpo a las ideas de los demás— cuando los participantes no se encuentran en el mismo lugar.
Esto daría paso a una nueva fase de la revolución digital, en la que se haría realidad la visión de Bush, Licklider y Engelbart de
ordenadores que incrementarían la inteligencia humana al servir de herramientas tanto para la creatividad personal como para la colaboración.
Cada modelo tenía sus ventajas e incentivos para la
creatividad, y también sus profetas y discípulos. Con todo, la estrategia que mejor funcionó fue la de que coexistiesen los tres modelos, junto con diversas combinaciones de abierto y cerrado, integrado y no integrado, privativo y libre, Windows y Mac, Unix y GNU, Linux y OS X, iOS y Android; una variedad de enfoques que compiten desde hace décadas, se estimulan mutuamente y ejercen de contrapoder para evitar que cualquiera de los modelos llegue a ser tan dominante como para ahogar la innovación.
En un movimiento en pro del poder para el pueblo, los ordenadores
fueron arrebatados al control exclusivo de las corporaciones y el ejército, y puestos en manos de las personas, convirtiéndolos en instrumentos para el enriquecimiento, la productividad y la creatividad personales.
Kay mostró que estaba en el bando de quienes veían los ordenadores personales principalmente como herramientas de creatividad individual antes que como terminales conectados en red y destinados al trabajo en equipo.
La tecnología era un instrumento de expresión que podía ampliar las fronteras de la creatividad y, como las drogas y el rock, ser rebelde.
Pero no se trataba únicamente de autocomplacencia; se basaba en una filosofía que bebía del movimiento hippy y que contribuiría a definir Silicon Valley. Su núcleo contenía ciertos principios: había que poner en cuestión la autoridad, había que soslayar las jerarquías, el inconformismo era digno de admiración y era necesario fomentar la creatividad.
Sabían que la creatividad surge de los encuentros casuales. «Todos los edificios han sido conectados de tal manera que se evite una delimitación geográfica fija entre
departamentos y se propicien el intercambio y un estrecho contacto entre ellos», escribió un directivo [11]