Esta fusión del ordenador personal e internet permitiría que la creatividad digital, los contenidos compartidos, la formación de comunidades y la interconexión social florecieran a una escala masiva, y ello, a su vez, hizo realidad lo que Ada había denominado «ciencia poética», en que creatividad y tecnología constituían la urdimbre y la trama de un tapiz como los del telar de Jacquard.