Beabook30 reviewed El infinito en un junco by Irene Vallejo
La Historia de los libros y también de nosotros
5 stars
Compré una edición bellamente decorada (delicada también) con la intención de leer este ensayo sentada en mi porche, con un bolígrafo, un cuadernillo y San Google a mano. No me arriesgaría a cargarlo en el bolso dando saltos, sería mi lectura pausada. La idea era viajar con mi mecedora como máquina del tiempo a la lejana Biblioteca de Alejandría. Y si hacía frío leía con mi infusión junto a la chimenea. Así avanzaba lentamente: dependía de mi espíritu de aventura para continuar el viaje.
Hubo momentos en los que sentí que una Sherezade llamada Irene Vallejo me atrapaba en el hechizo de su cuento. Eso es esta obra: un cuento donde nos relatan la Historia de los libros desde sus inicios.
Me encantó cuando narraba las espeluznantes maldiciones que a lo largo de los siglos se escribieron para aquellos que robaran libros o que no los devolvieran a sus legítimos …
Compré una edición bellamente decorada (delicada también) con la intención de leer este ensayo sentada en mi porche, con un bolígrafo, un cuadernillo y San Google a mano. No me arriesgaría a cargarlo en el bolso dando saltos, sería mi lectura pausada. La idea era viajar con mi mecedora como máquina del tiempo a la lejana Biblioteca de Alejandría. Y si hacía frío leía con mi infusión junto a la chimenea. Así avanzaba lentamente: dependía de mi espíritu de aventura para continuar el viaje.
Hubo momentos en los que sentí que una Sherezade llamada Irene Vallejo me atrapaba en el hechizo de su cuento. Eso es esta obra: un cuento donde nos relatan la Historia de los libros desde sus inicios.
Me encantó cuando narraba las espeluznantes maldiciones que a lo largo de los siglos se escribieron para aquellos que robaran libros o que no los devolvieran a sus legítimos propietarios. Me habría encantado ser bibliotecaria y "maldecidora" oficial del reino. Del Reino que fuera, con tal de leer mucho y a sacarles el polvo en sus estantes a miles de papiros.
Me hizo reflexionar sobre cuantas "hilanderas mágicas de palabras" se habrán perdido para siempre, ignoradas por la Historia precisamente por ser mujeres. En el bello don de la lógica, la poesía, del discurso... perdido en las arenas del tiempo. Eso me hizo sentir chiquita, pero afortunada de nacer en una época más propicia para vivir y expresarme. La propia autora no existiría como contadora de historias si hubiera nacido en otro siglo. Irene tiene también algo de poetisa pues es capaz de embellecer el Mundo juntando palabras. Me emocionó especialmente en dos fragmentos: -Cuando trataba el acoso escolar que sufrió de niña y adolescente. -Y con la narración de los prisioneros en campos de concentración que sobrevivieron "anclados" a la literatura y desde ahí a la vida. Ojalá en la Tierra hubiera tiempo para más libros y menos guerras.