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reviewed La llegada de los tres by Stephen King

Stephen King, FERRERAS  FABIO ANDRES;ABSATZ. CECILIA;: La llegada de los tres (Hardcover, 2007, PLAZA & JANES) 3 stars

El 3ro de la Torre Oscura es una original fantasía de portales

3 stars

Lo que tira abajo al libro en mi opinión es la prosa, porque la idea es bastante interesante. Sí, hoy en día la fantasía de portales está por todos lados, al punto que no solo es trillada la proliferación del isekai en el anime: hasta se ha vuelto trillado señalarla porque la gente viene quejándose de eso desde hace media década.

Pero cuando salió La llegada de los tres, en 1987, el tema era candente. Siempre ha habido antecesores, como El maravilloso mago de Oz, Alicia en el País de las Maravillas, la saga de Narnia y, mucho más en el pasado, historias tradicionales como la leyenda de Urashima Tarō.

La temática de los viajes a otros mundos ni siquiera había explotado todavía en el mundo de los videojuegos. Hasta donde sé, los juegos de rol orientales empezarían con ella en Dragon Quest III: The Seeds of Salvation en 1988, y en Occidente con el plataformas cinemático Another World (1991), que influenciaría a juegos icónicos como Metal Gear Solid, Silent Hill e Ico. Luego el tema se repetiría en juegos tan variados como The Legend of Zelda: A Link to the Past, Myst, Half-Life, Final Fantasy Tactics Advance, etc.

Un contemporáneo podría ser la trilogía de El tapiz de Fionavar, que el canadiense Guy Gavriel Kay comenzó en 1984. Estas dos sagas, las de Fionavar y la Torre Oscura, son las que siempre aparecen en mi mente cuando pienso en ejemplos interesantes de fantasía de portales de los 80, justo antes de que el género estallara en popularidad. En Fionavar, por el notable contraste entre la contemporaneidad de los jóvenes universitarios y el mundo arturiano de fantasía en el que terminan, ese choque entre sus diálogos modernos y la fuerte poesía del resto de la prosa, y sus variados destinos. En La llegada de los tres, porque el principal punto de vista es el de un personaje del mundo fantástico, que invoca a los personajes de nuestro mundo uno a uno, pero son todos de distintas épocas y, además, hay algún otro giro de trama al final. Otro antecesor inmediato sería la muy atmosférica saga de Morgaine de la injustamente olvidada C. J. Cherryh, que comienza con La puerta de Ivrel (1976).

Lo malo del libro: la prosa. King es un poco repetitivo de base, agravado aquí por su manía de volver a narrar el mismo evento desde múltiples puntos de vista. Una técnica que puede funcionar muy bien si las sucesivas renarraciones agregan suficiente grado de sabor y revelaciones, pero la mayor parte de las veces King falla en eso aquí.