Teo reviewed Los enamoramientos by Javier Marías
Review of 'Los enamoramientos' on 'Goodreads'
3 stars
Lo que pasó es lo de menos. Es una novela, y lo que ocurre en ellas da lo mismo y se olvida, una vez terminadas. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a través de sus casos imaginarios.Mírenme, poniendo un epígrafe todo fancy.Jajaj, la verdad me extrañó que ninguna otra reseña en GR comenzara con esa cita (reproducida dos veces en la novela, por cierto). Para mí sintetiza al propio libro. Los enamoramientos se siente, más que como un episodio narrativo, como una excusa para que el autor vuelque sus reflexiones en torno a algunos temas (la muerte, la impunidad, el enamoramiento).Nunca había leído nada de Marías. Tampoco sé mucho de él. Ideológicamente, un par de notas menores de esta novela me hacen pensar que tiende más para el lado del conservadurismo, pero andá a saber. En cualquier caso, es uno de esos escritores cuyo nombre había oído lo suficiente como para mirotear su lista de libros en Goodreads hace unos años y elegir uno (y únicamente uno) de sus textos para leerlo si se me daba la ocasión. Por alguna razón que ya he olvidado elegí Los enamoramientos y fue por eso que, cuando tuve la oportunidad de tomarlo prestado durante mis vacaciones, la aproveché. Fue el último libro que pude leer durante las mismas.Lo positivo: El hombre escribe bien. Particularmente parece que escribe para forjar esa clase de citas citables que transcienden al libro, y a veces le sale muy bien. Saqué fotos a algunas con mi celu, ya las voy a subir cuando tenga tiempo.Lo negativo: Si bien en algunos puntos experimenté la intriga alrededor del misterio planteado, la mayor parte del tiempo no fue así. Quizás es porque todo se sentía como un ejercicio intelectual para el que la narrativa era, a fin de cuentas, una excusa. O porque algunas de las exploraciones de ideas o razonamientos se repetían unas páginas después con mínimas variaciones. O más probablemente porque, si yo decidí tomarla ante todo como una novela de ideas, al final ninguna de esas ideas me voló la peluca. La cuestión es que lo que pudo haber sido una lectura tensa o innovadora pronto se diluyó en un manso y semiapagado interés por los razonamientos que la voz narradora iba recorriendo.Por otro lado, algo me dejó cierto mal sabor de boca. Marías construye un mundo narrativo en el que un indigente es el culpable material del asesinato y termina en prisión por más que los verdaderos instigadores se aprovecharon de su pésima salud mental y condiciones de vida, lo engañaron y manipularon para cometer el crimen haciéndole creer que sus hijas habían sido traficadas sexualmente por la víctima (a propósito, el término "trata de blancas" es muy desafortunado). Desde el primer momento en que se empieza a insinuar que el indigente podría no ser el verdadero autor intelectual del crimen y que podría haber sido manipulado, la voz narradora se apresura, en dos ocasiones, a tranquilizar al lector con consideraciones que nos quieren inclinar a pensar que está bien que haya pasado lo que pasó. Que el nuevo destino del pordiosero es preferible a otro. Casi un "Allí, en la prisión, es a donde él pertenece, y de hecho está mejor ahí". No hay consideraciones similares para los otros culpables del crimen.Lo curioso: En un artículo incluido al final de la novela, Marías explica que escribió la misma pensando en el tema de la impunidad. A posteriori, puedo ver cómo funciona eso (los enamoramientos o, peor, la apatía de los ciudadanos, pueden garantizar la impunidad de crímenes que aquellos no se sienten obligados a denunciar, o algo así). Pero, si bien me pareció que se tocaba un poco de refilón el tópico de la impunidad, durante mi lectura jamás lo hubiera pensado como el tema central. El principal candidato para mí era "la muerte", seguido de "los enamoramientos".No sé, cuando pienso en una historia de impunidad no se me ocurre tanto un caso como el de este libro, tan... individual, privado y, consideradas las cosas, "benigno". Pienso más en injusticias colectivas o que afectan a los desfavorecidos. Esa es mi imagen mental de impunidad, quizás más representativa de las discusiones de la actualidad. La impunidad en lo relativo a la contaminación y al cambio climático, a la profundización de la desigualdad socioeconómica, a la demagogia política.Por otro lado, en esos casos sería más difícil para la protagonista dudar sobre si denunciar o no. Es más fácil pronunciarse contra ese tipo de impunidad. Quizás Marías se sintió obligado a explorar justamente un caso tan ambiguo como este, donde todo parece encajar perpetuamente para perdonar al instigador, para que tuviera sentido la debacle de la protagonista a la hora de decidir sobre si perpetuar o no la impunidad. Al final de cuentas, su libro, su decisión. Pero ahora me quedé con ganas de leer otro tipo de historia.