No tengo demasiada cultura comiquera, pero me parece que esta obra tiene una calidad increíble. Me he regodeado en el detalle de cada viñeta, con esos sutiles degradados y texturas en los fondos. Es fantástico.
Lo único que no me ha gustado es que hay un personaje que está demasiado metido a capón en la trama (la dibujante cuando la meten de espía en el hospital), pero por lo demás la historia mola bastante y es genial que esté ambientada en la España franquista, cosa que no creo que sea habitual en el mundo del cómic.
Leí este libro hace muchos años y tenía pendiente hacerlo otra vez, cosa que conviene hacer con los clásicos. Pocas veces he leído algo tan sensorial. El lenguaje y la estructura consiguen contagiar una densa atmósfera desasosegante, tan oscura como un profundo pantano.
No es un libro fácil, a pesar de su brevedad. Para avanzar es necesario abrirse camino a machetazos entre la jungla de inacabables párrafos sin apenas diálogos, pero a veces eso es necesario para encontrar la alta literatura, la que resuena.
Lo único que no me ha gustado es que creo que no está del todo bien conseguida el aura de misterio y fascinación por Kurtz. Hasta la parte final del libro la impresión es de que se trata de un comerciante ambicioso y poco más; o quizá lo que me pasa es que en Apocalypse Now está tan magistralmente conseguida a través de un in crescendo …
Leí este libro hace muchos años y tenía pendiente hacerlo otra vez, cosa que conviene hacer con los clásicos. Pocas veces he leído algo tan sensorial. El lenguaje y la estructura consiguen contagiar una densa atmósfera desasosegante, tan oscura como un profundo pantano.
No es un libro fácil, a pesar de su brevedad. Para avanzar es necesario abrirse camino a machetazos entre la jungla de inacabables párrafos sin apenas diálogos, pero a veces eso es necesario para encontrar la alta literatura, la que resuena.
Lo único que no me ha gustado es que creo que no está del todo bien conseguida el aura de misterio y fascinación por Kurtz. Hasta la parte final del libro la impresión es de que se trata de un comerciante ambicioso y poco más; o quizá lo que me pasa es que en Apocalypse Now está tan magistralmente conseguida a través de un in crescendo tan perfecto que ahora esto me sabe a poco.
Huid de la edición de Alianza de bolsillo, ya que el desaprensivo editor te destripa el final libro en una de sus primera notas. De verdad que cuesta entender que ocurran estas cosas.
Para acabar, me gustaría dejar una cita textual del autor que refleja su opinión acerca de la colonización del Congo: "el saqueo más vil que jamás ha desfigurado la historia de la conciencia humana y la exploración geográfica". Va dedicada a quienes piensan que este libro es racista e imperialista. No han entendido nada.
Tres relatos bastante desiguales, en mi opinión. Mi volumen incluye:
La muerte de Iván Ilich
El padre Sergio
Después del baile
Veo que en otras ediciones aparecen otros distintos aparte del que da título al libro.
El primero es impresionante. La descripción pormenorizada de los sentimientos de un hombre ante su enfermedad y posterior muerte es de una maestría sublime. Puedes sentir su angustia, sus remordimientos, sus miedos y sus mezquindades ante semejante trance, hasta el punto que te parece imposible conocer mejor a un personaje.
Los otros dos me han parecido menos interesantes. "El padre Sergio" es una historial de renuncia religiosa con la que no he conectado demasiado y que se enreda un poco más de lo deseable. "Después del baile" es mucho más breve que los otros dos y no deja de ser una anécdota bien contada que encierra una reflexión sobre la violencia que se esconde …
Tres relatos bastante desiguales, en mi opinión. Mi volumen incluye:
La muerte de Iván Ilich
El padre Sergio
Después del baile
Veo que en otras ediciones aparecen otros distintos aparte del que da título al libro.
El primero es impresionante. La descripción pormenorizada de los sentimientos de un hombre ante su enfermedad y posterior muerte es de una maestría sublime. Puedes sentir su angustia, sus remordimientos, sus miedos y sus mezquindades ante semejante trance, hasta el punto que te parece imposible conocer mejor a un personaje.
Los otros dos me han parecido menos interesantes. "El padre Sergio" es una historial de renuncia religiosa con la que no he conectado demasiado y que se enreda un poco más de lo deseable. "Después del baile" es mucho más breve que los otros dos y no deja de ser una anécdota bien contada que encierra una reflexión sobre la violencia que se esconde bajo la imagen de respetabilidad de la alta sociedad militar.
Tres relatos bastante desiguales, en mi opinión. Mi volumen incluye:
La muerte de Iván Ilich
El padre Sergio
Después del baile
Veo que en otras ediciones aparecen otros distintos aparte del que da título al libro.
El primero es impresionante. La descripción pormenorizada de los sentimientos de un hombre ante su enfermedad y posterior muerte es de una maestría sublime. Puedes sentir su angustia, sus remordimientos, sus miedos y sus mezquindades ante semejante trance, hasta el punto que te parece imposible conocer mejor a un personaje.
Los otros dos me han parecido menos interesantes. "El padre Sergio" es una historial de renuncia religiosa con la que no he conectado demasiado y que se enreda un poco más de lo deseable. "Después del baile" es mucho más breve que los otros dos y no deja de ser una anécdota bien contada que encierra una reflexión …
Los maestros rusos son pa cuidarlos.
Tres relatos bastante desiguales, en mi opinión. Mi volumen incluye:
La muerte de Iván Ilich
El padre Sergio
Después del baile
Veo que en otras ediciones aparecen otros distintos aparte del que da título al libro.
El primero es impresionante. La descripción pormenorizada de los sentimientos de un hombre ante su enfermedad y posterior muerte es de una maestría sublime. Puedes sentir su angustia, sus remordimientos, sus miedos y sus mezquindades ante semejante trance, hasta el punto que te parece imposible conocer mejor a un personaje.
Los otros dos me han parecido menos interesantes. "El padre Sergio" es una historial de renuncia religiosa con la que no he conectado demasiado y que se enreda un poco más de lo deseable. "Después del baile" es mucho más breve que los otros dos y no deja de ser una anécdota bien contada que encierra una reflexión sobre la violencia que se esconde bajo la imagen de respetabilidad de la alta sociedad militar.
No soy muy seguidor de Eels, aunque los he escuchado en ocasiones, así que lo más positivo de este libro ha sido poder acercarme más y mejor a sus canciones. La experiencia de escuchar un disco cambia mucho cuando conoces las circunstancias que inspiraron su composición, sobre todo cuando las letras están en un idioma que no dominas.
Por lo demás, es un libro muy ameno y agridulce sobre la propia existencia, con una perspectiva de melancólico optimismo que a mi me agrada. Parece que el autor ha pasado por demasiadas tragedias en su vida y ya no tiene nada que temer ni perder. Tampoco creo que lo que cuente sea nada extraordinario, salvo el suicidio de su hermana, ya que mucha gente pierde a sus padres siendo joven.
Por otro lado, siempre es extraño leer una autobiografía y asumir el sesgo brutal que ello implica. El autor es consciente …
No soy muy seguidor de Eels, aunque los he escuchado en ocasiones, así que lo más positivo de este libro ha sido poder acercarme más y mejor a sus canciones. La experiencia de escuchar un disco cambia mucho cuando conoces las circunstancias que inspiraron su composición, sobre todo cuando las letras están en un idioma que no dominas.
Por lo demás, es un libro muy ameno y agridulce sobre la propia existencia, con una perspectiva de melancólico optimismo que a mi me agrada. Parece que el autor ha pasado por demasiadas tragedias en su vida y ya no tiene nada que temer ni perder. Tampoco creo que lo que cuente sea nada extraordinario, salvo el suicidio de su hermana, ya que mucha gente pierde a sus padres siendo joven.
Por otro lado, siempre es extraño leer una autobiografía y asumir el sesgo brutal que ello implica. El autor es consciente e intenta quitarse importancia, pero a veces eso se percibe como una incómoda falsa modestia. Dicen las malas lenguas que es un tipo bastante insoportable y aquí y allá puedes intuirlo. Se pone un poco pesado con la idea de haber mantenido su integridad como artista contra viento y marea y, pese a ello, haber triunfado. También creo que se pasa rellenando el texto con tantas letras de sus canciones.
Pese a todo, a mí me ha caído bien. Bueno, regular.
Javier Reverte murió en octubre de 2020. En esos días pude leer en la prensa notas sobre su vida y obra, que desconocía totalmente al estar compuesta casi exclusivamente por libros de viajes, que es un género que no trabajo. No recuerdo cómo ni dónde, me encontré con una reseña de este “Todos los sueños del mundo” y me pareció que podría ser una joyita bajo el radar y una rareza en su trayectoria que merecería la pena leer. Me equivoqué a medias.
El argumento no podía ser más atractivo para mis gustos: la decadencia personal de un señor en plena crisis de la mediana edad que se encuentra alienado en el sucio Madrid de los 90.
Creo que el autor trata en esta novela de dar una de cal y otra de arena al alternar de una manera demasiado premeditada pasajes de honda reflexión y alto nivel literario con …
Javier Reverte murió en octubre de 2020. En esos días pude leer en la prensa notas sobre su vida y obra, que desconocía totalmente al estar compuesta casi exclusivamente por libros de viajes, que es un género que no trabajo. No recuerdo cómo ni dónde, me encontré con una reseña de este “Todos los sueños del mundo” y me pareció que podría ser una joyita bajo el radar y una rareza en su trayectoria que merecería la pena leer. Me equivoqué a medias.
El argumento no podía ser más atractivo para mis gustos: la decadencia personal de un señor en plena crisis de la mediana edad que se encuentra alienado en el sucio Madrid de los 90.
Creo que el autor trata en esta novela de dar una de cal y otra de arena al alternar de una manera demasiado premeditada pasajes de honda reflexión y alto nivel literario con episodios banales y aventurillas de humor chusco que no interesan demasiado. Esto se percibe como una calculada estrategia comercial que resta credibilidad a la obra, a pesar de que el autor demuestra en numerosas ocasiones que sabe escribir a un nivel excelso. No en vano, es uno de los libros en los que más pasajes he subrayado (una manía mía).
Pero también ocurre que el libro se hace demasiado extenso para lo que cuenta. Una y otra vez se incide en las mismas anécdotas urbanas (mil veces entra Jaime al bar a emborracharse, mil veces recorre Madrid en coche…), sin gracia e interés en la mayoría de las ocasiones y además narradas de manera muy pormenorizada. Hay pasajes aparentemente humorísticos (como el del suicida en la cornisa) que parecen sacados de un especial de José Mota, que a lo mejor en la tele te hacen gracia, pero leerlos da mucha pereza.
No ha ayudado tampoco un estilo narrativo a veces rancio y canallesco que ha envejecido un poco mal. La manera de referirse a la mujer transexual, por ejemplo, se hace hoy bastante injustificable, a pesar de tratarse de un personaje bondadoso y positivo en el fondo.
No obstante, ya digo que los pasajes más reflexivos tienen un nivel sobresaliente, en cuanto a la forma y el fondo. Si además odias la ciudad de Madrid igual que yo, puede que el libro te guste.
Here is a novel, glamorous, ironical, compassionate – a marvelous fusion into unity of the …
Uno empieza a leer y a veces tiene la tentación de pensar que no es para tanto su fama, que es una novela ligera sobre unos personaje frívolos que tienen conversaciones banales; sin embargo, aquí y allí empiezas a encontrar como lector lo que se supone que confiere a esta obra su estatus de mito literario: la poderosa descripción de un hecho, de una idea o de un personaje con las palabras precisas y resonantes que te conmueven de manera única.
Una sola frase con semejante calidad supera, en mi opinión, a todos los arcos narrativos intrincados de la literatura universal de consumo. El retrato de la miseria moral de los, en apariencia, alegres protagonistas de estos felices años 20 es tan sutil como demoledora, aunque en ocasiones acaba uno hasta el gorro de ellos y de sus vidas.
He leído una traducción antigua, de E. Piñas, que en ocasiones …
Uno empieza a leer y a veces tiene la tentación de pensar que no es para tanto su fama, que es una novela ligera sobre unos personaje frívolos que tienen conversaciones banales; sin embargo, aquí y allí empiezas a encontrar como lector lo que se supone que confiere a esta obra su estatus de mito literario: la poderosa descripción de un hecho, de una idea o de un personaje con las palabras precisas y resonantes que te conmueven de manera única.
Una sola frase con semejante calidad supera, en mi opinión, a todos los arcos narrativos intrincados de la literatura universal de consumo. El retrato de la miseria moral de los, en apariencia, alegres protagonistas de estos felices años 20 es tan sutil como demoledora, aunque en ocasiones acaba uno hasta el gorro de ellos y de sus vidas.
He leído una traducción antigua, de E. Piñas, que en ocasiones me ha parecido un tanto forzada en algunas expresiones. No puedo estar seguro de que no sean giros raros del propio autor, pero apostaría a que hoy hay mejores traducciones.
Es la segunda vez que la leo y me parece una obra genial, especialmente recomendable para personas que alguna vez se hayan sentido solas y obsesionadas por algo. El argumento es simplemente apasionante, con un misterio que te deja atónito desde la primera página. En ese sentido la obra sorprende por su modernidad.
Recuerdo que el libro tuvo una especie de renacimiento cuando echaban la serie Perdidos, por ser una de sus fuentes de inspiración. Es curioso que, al igual que ocurría en dicha serie, la trama tiene más interés cuando se está desarrollando que cuando las cartas se ponen encima de la mesa, descubiertas. La novela no se parece en nada a la serie, ni tiene un final tan bochornoso, que nadie trace una analogía en ese sentido, pero a mí me hubiera gustado un final para la novela un poco más ambiguo en el que el misterio y …
Es la segunda vez que la leo y me parece una obra genial, especialmente recomendable para personas que alguna vez se hayan sentido solas y obsesionadas por algo. El argumento es simplemente apasionante, con un misterio que te deja atónito desde la primera página. En ese sentido la obra sorprende por su modernidad.
Recuerdo que el libro tuvo una especie de renacimiento cuando echaban la serie Perdidos, por ser una de sus fuentes de inspiración. Es curioso que, al igual que ocurría en dicha serie, la trama tiene más interés cuando se está desarrollando que cuando las cartas se ponen encima de la mesa, descubiertas. La novela no se parece en nada a la serie, ni tiene un final tan bochornoso, que nadie trace una analogía en ese sentido, pero a mí me hubiera gustado un final para la novela un poco más ambiguo en el que el misterio y las especulaciones iniciales se prolongaran un poco. Las explicaciones finales me parecen demasiado evidentes, como en una peli de Nolan.
Otra de las cosas que pueden echar un poco para atrás es el estilo narrativo, que en su primera mitad resulta bastante intrincado. El narrador y protagonista puede desesperar un poco con sus disertaciones y sus cambios de tema, aunque ello también le da un toque de alucinación al personaje que es totalmente compatible con lo que está sucediendo. Después la sensación es que el desarrollo coge más ritmo, aunque no sé si es porque uno ya se acostumbra. No he leído nada más del autor, así que no sé hasta que punto esta manera de contar es propia del modernismo de la órbita de Borges o bien es algo creado had hoc para esta obra.
Iba a decir que ojalá haber leído este libro hace 20 años, con un edad más próxima al del protagonista, pero en realidad puede que sea mejor haberlo leído desde la distancia de una vida adulta. En realidad es un libro apropiado para toda persona sensible que se sienta o se haya sentido alienada, independientemente de su edad.
Me ha encantado, como estoy seguro de que le hubiera encantando igualmente a mi yo adolescente. Imagino que las impresiones serían algo distintas, pero las reflexiones sobre la soledad y la angustia existencial propias de quien se siente un bicho raro son pertinentes a cualquier edad.
Los diálogos son prodigiosos, de una sutileza y agilidad sorprendentes. No me extraña que hayan adaptado la novela al cine. Me resultó especialmente hilarante el primer diálogo con el padre, en el restaurante, cuando le pregunta si es homosexual.
Es cierto que el rollo de vida …
Iba a decir que ojalá haber leído este libro hace 20 años, con un edad más próxima al del protagonista, pero en realidad puede que sea mejor haberlo leído desde la distancia de una vida adulta. En realidad es un libro apropiado para toda persona sensible que se sienta o se haya sentido alienada, independientemente de su edad.
Me ha encantado, como estoy seguro de que le hubiera encantando igualmente a mi yo adolescente. Imagino que las impresiones serían algo distintas, pero las reflexiones sobre la soledad y la angustia existencial propias de quien se siente un bicho raro son pertinentes a cualquier edad.
Los diálogos son prodigiosos, de una sutileza y agilidad sorprendentes. No me extraña que hayan adaptado la novela al cine. Me resultó especialmente hilarante el primer diálogo con el padre, en el restaurante, cuando le pregunta si es homosexual.
Es cierto que el rollo de vida privilegiada de la clase alta de Manhattan echa un poco para atrás. También a veces uno piensa que el protagonista podría estar en el espectro del autismo por la manera tan obcecada con que rechaza ciertos convencionalismos retóricos al hablar. Este hecho no se aclara y puede poner un poco nervioso al lector, porque no sabe uno si es mera impertinencia adolescente o un problema de otro tipo. Pero a pesar de ello el libro lo he devorado y disfrutado porque es sutil sin ser vacuo, es profundo sin ser artificioso y porque es imposible no empatizar con alguien que mira casas viejas en el medio oeste americano para irse allí a leer y vivir solo en vez de ir a la universidad.
Ha sido muy estimulante también ir descubriendo referencias culturales que le interesan al protagonista y que yo desconocía: un pintor, una obra de teatro, una película…
Las comparaciones con Holden Caulfield son evidentes, pero esa lectura la tengo muy atrás en mi memoria como para sacar alguna conclusión. Tendré que releerlo, otra cosa que me llevo de este libro.