
El Aleph by Jorge Luis Borges (Libro de bolsillo -- 1)
In Borges' story, the Aleph is a point in space that contains all other points. Anyone who gazes into it …
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In Borges' story, the Aleph is a point in space that contains all other points. Anyone who gazes into it …

A collection of his short stories in which Borges often uses the labyrinth as a literary device to expound his …

Un clásico imperecedero que recoge la poesía y la narrativa de Bécquer: de la hondura de contenidos y la sencillez …

Charles Bukowski: La senda del perdedor (Spanish language, 1997)
Ham on Rye is a 1982 semi-autobiographical novel by American author and poet Charles Bukowski. Written in the first person, …

La Busca es la primera novela de la trilogía La lucha por la vida. Apareció en Madrid, el año …

The Savage Detectives (Spanish: Los Detectives Salvajes) is a novel by the Chilean author Roberto Bolaño published in 1998. Natasha …
Es ese tipo de literatura densa en la que lo importante no es lo que acontece a los personajes, sino las reflexiones que estos exponen.
Es ese tipo de literatura de altísima calidad en la que uno encuentra esa especial resonancia del lenguaje y profundidad psicológica que no encuentra en una novela al uso.
Pero también es ese tipo de literatura que cuesta mucho trabajo leer y que en ocasiones puede llegar a aburrir. Los personajes tienen diálogos completamente irreales, en los que parece que recitan durante un rapto de sus consciencias mientras Simon Tanner deambula de un sitio a otro cargando consigo su espíritu estoico y su aparente incapacidad para el compromiso con el prójimo.
Está guay, joder. Hay que leer cosas así entre otras historietillas que entretengan. No es muy largo, suscita un mínimo interés genuino en la historia que sirve como telón de fondo y además el …
Es ese tipo de literatura densa en la que lo importante no es lo que acontece a los personajes, sino las reflexiones que estos exponen.
Es ese tipo de literatura de altísima calidad en la que uno encuentra esa especial resonancia del lenguaje y profundidad psicológica que no encuentra en una novela al uso.
Pero también es ese tipo de literatura que cuesta mucho trabajo leer y que en ocasiones puede llegar a aburrir. Los personajes tienen diálogos completamente irreales, en los que parece que recitan durante un rapto de sus consciencias mientras Simon Tanner deambula de un sitio a otro cargando consigo su espíritu estoico y su aparente incapacidad para el compromiso con el prójimo.
Está guay, joder. Hay que leer cosas así entre otras historietillas que entretengan. No es muy largo, suscita un mínimo interés genuino en la historia que sirve como telón de fondo y además el autor profetiza en la narración su propia muerte.
Tercera novela de Santiago Lorenzo que leo tras Los Millones y Los Asquerosos, dos libros que estarán siempre entre mis favoritos.
Derrocha sentido del humor como es habitual en el autor. Es muy difícil que yo saque una carcajada leyendo un libro, pero Lorenzo siempre lo consigue en algún momento.
Creo que, como pasa con todas las historias que se basan en enredos causados por engaños imposibles y continuados durante un tiempo insostenible entre varios personajes, tiene más interés mientras se plantea la movida que luego cuando todo queda en evidencia. Tanto en cine como en literatura siempre tengo una sensación de anticlimax con estos argumentos. Pero vamos, que está muy bien.
Al igual que en Los Millones, se incluye un apéndice al final con todos los lugares reales que aparecen en la novela. Da la casualidad de que buena parte de la acción de la novela transcurre en un …
Tercera novela de Santiago Lorenzo que leo tras Los Millones y Los Asquerosos, dos libros que estarán siempre entre mis favoritos.
Derrocha sentido del humor como es habitual en el autor. Es muy difícil que yo saque una carcajada leyendo un libro, pero Lorenzo siempre lo consigue en algún momento.
Creo que, como pasa con todas las historias que se basan en enredos causados por engaños imposibles y continuados durante un tiempo insostenible entre varios personajes, tiene más interés mientras se plantea la movida que luego cuando todo queda en evidencia. Tanto en cine como en literatura siempre tengo una sensación de anticlimax con estos argumentos. Pero vamos, que está muy bien.
Al igual que en Los Millones, se incluye un apéndice al final con todos los lugares reales que aparecen en la novela. Da la casualidad de que buena parte de la acción de la novela transcurre en un barrio por el que yo, a falta de otra opción mejor, tuve que pasear durante años mientras rumiaba mis melancolías, al igual que el protagonista y al igual que el propio Lorenzo, paseador sin rumbo declarado. La lagrimilla casi aflora leyendo qué fue de esos sitios en el tiempo en que se terminó de escribir la novela. Me gusta ese ejercicio nostálgico con que el autor suele coronar sus relatos.