Me adentro en este tocho de 800 páginas sin dibujos. La disfruto a pesar de estar alejada de mí: todo es obsesivo, todo es excesivo, todo es tedio.
Mientras leía pensaba en la futura adaptación como serie (el product placement, ya lo tiene), sería una mezcla entre Twin Peaks y Perdidos: sí, a ratos genial y rara como Twin Peaks, a ratos inane y disparatada como Perdidos. El mérito es de la autora, como narradora es habilidosísima, con una narración poderosa y muy visual. Entras en todos los escenarios que propone y tratas de adentrarte en la psique de sus personajes a través de los ángulos que ofrece cada repetición: otra vez drogas, otra vuelta al mismo pensamiento y retorno, siempre retorno, a la iteración entre a) y b).
Hay páginas brillantes, especialmente cuando trata de las interioridades de los personajes y hay reflexiones afiladas, pero que quedan irremediablemente sumergidas …