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José Ortega y Gasset: Estudios sobre el amor (Paperback, 2001, Edaf S.A., Editorial Edaf, S.L.) 5 stars

Review of 'Estudios sobre el amor' on 'Goodreads'

5 stars

Este es el segundo libro de Ortega y Gasset que leo, tras El tema de nuestro tiempo, y una vez más he disfrutado en grande su estilo de escritura: literario pero claro, adornado pero directo, en ningún momento oscuro, enredado o difícil de entender. Su retórica se adecúa completamente a sus ideales filosóficos, a ese querer poner en el centro la vida misma y no abstracciones idealistas y "fantasmagorías".

Esta colección de artículos es una lectura deliciosa, con fragmentos de textura de terciopelo o miel. No puedo resistirme a compartir aquí algunas de ellas:

En el amar abandonamos la quietud y asiento dentro de nosotros, y emigramos virtualmente hacia el objeto. Y ese constante estar emigrando es estar amando. [...] el amor es una fluencia, un chorro de materia anímica, un fluido que mana con continuidad como de una fuente.

Amar una cosa es estar empeñando en que exista; no admitir, en lo que depende de uno, la posibilidad de un universo donde aquel objeto esté ausente.

Un amor pleno, que haya nacido en la raíz de la persona, va inserto por siempre en el alma sensible.

Su descripción del amor me ha parecido bella y reseñable. He encontrado afinidades, aun con la distancia en el lenguaje empleado, con El arte de amar de Erich Fromm, el que durante bastante tiempo ha sido mi libro de referencia en algo así como una "filosofía del amor".

Si hay algo que se me haya hecho incómodo durante la lectura, no podía ser otra cosa que el modo de ver y hablar de las mujeres de Ortega. Si bien hay cosas que me parecen incluso vanguardistas en su época, como el énfasis en la necesidad de estudiar la historia de las mujeres como algo específico (y no sólo su intervención puntual en la "historia de los hombres"), así como que resalte la importancia e influencia de lo cotidiano (y no sólo de los "grandes hechos") en el devenir histórico, son varias las perlas mal envejecidas que se pueden encontrar en sus textos, como:
La personalidad de la mujer es, más bien, un género que un individuo.

Un sabor parecido tienen artículos enteros como "Meditación de la criolla". Sus explicaciones siguen este tipo de esencialismo:
En igualdad de condiciones, la psique femenina está más cerca de un posible angostamiento que la masculina: por la sencilla razón de que la mujer tiene un alma más concéntrica, más reunida consigo misma, más elástica. Según notábamos, la función encargada de dar a la mente su arquitectura y articulación es la atención. Un alma muy unificada supone un régimen muy unitario del atender. Diríase que el alma femenina tiende a vivir con un único eje atencional, que en cada época de su vida está puesta a una sola cosa. Para hipnotizarla o enamorarla basta con captar ese radio único de su atender.


En términos generales, en cualquier caso, la lectura merece mucho la pena.