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• Dese luego, aprecio muchísimo a mis tres yernos. -dijo- Wickham, quizá, es mi favorito; pero creo que tu marido acabará gustándome tanto como el de Jane.

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 344)

(..). Los novios declarados hablaron y rieron; los novios secretos permanecieron en silencio (..).

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 338)

• Es usted demasiado generosa como para burlarse de mí. Si sus sentimientos son aún los mimso que en el pasado mes de abril, dígamelo ya. Mis sentimientos y pasiones no han cambiado, pero una palabra suya bastará para que no vuelva hablar de este asunto nunca jamás.

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 332)

Entonces, cerró la puerta y acercándose a ella, solicitó la bendición y el cariño de una hermana. Elizabeth, honestamente y de todo corazón, le comunicó lo mucho que le alegraba la perspectiva del inminente parentesco.

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 315)

Darcy no contestó. Parecía como si apenas la estuviera escuchando, y se limitaba a ir arriba y abajo por la estancia profundamente concentrado, con el ceño fruncido y el gesto sombrío. Elizabeth lo obserbó, y enseguida lo comprendió todo. El poder que tenía sobre él se había desvanecido; todo se había desvanecido ante semejante prueba de la debilidad familiar, ante la certeza de la más profunda infamia. Elizabeth no podía extrañarse ni condernarlo, pero la creencia de que habia perdido a Darcy para siempre no trajo ningún consuelo a su pecho, ni mitigó su amargura. Bien al contrario, sirvió exactamente para que conociera el alcance de sus propias pasiones y comprender que nunca se había percatado hasta entonces y tan sinceramente de lo mucho que lo amaba, aun cuando todo amor fuera ya en vano.

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 254)

-Sí, pero eso ocurrió solo la primera vez que la vi, porque hace ya muchos meses que la considero como una de las mujeres más hermosas que conozco

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 249)

(..). Era gratitud. Gratitud no solamente por haberla amado, sino por amarla lo suficiente todavía como para olvidar la petulancia y la acritud con que lo había rechazado, y todas las injustas acusaciones que habían acompañado a aquella negativa. Él, que debía haberla evitado y haberla considerado su mayor enemiga -de eso estaba convencida-, parecía ahora mucho más deseoso de conservar su amistad, y sin hacer gala de ninguna muestra de afecto falsa, ni hacer aspavientos por un asunto que solo les incumbía a ellos dos, parecía esforzarse en conseguir que sus amigos tuvieran buena opinión de él y se había atrevido a presentarle a su hermana. Un cambio semejante en un hombre tan orgulloso no solo causaba asombro, sino que suscitaba gratitud... pues solo al amor, al amor apasionado podía atribuirse aquella transformación (..). Lo respetaba, lo apreciaba le estaba agradecida, sentía un verdadero interés en que fuera feliz, y solo quería saber hasta qué punto esa felicidad dependía de ella, y hasta qué punto la felicidad de ambos dependería de que ella pudiera conseguir que el señor Darcy renovara sus proposiciones, pues suponía que aún tenía ese poder en sus manos.

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 243 - 244)

<¿Por qué está tan cambiado? ¿Por qué habrá ocurrido? No puede ser que lo haga por mí, no puede ser que por mí se hayan suavizado tanto sus modales. Mis reproches en Hunsfod no pueden haber producido un cambio semejante. Es imposible que todavía siga amándome...>

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 235)

(..). y en aquel momento Elizabeth sintió que ser la señora de Pemberley... ¡tenía que ser extraordinario!

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 225)

<Ahora estoy convencida, mi querida tía, de que nunca he estado enamorada, porque si hubiera experimentado realmente esa pasión pura y elevada, en estos momentos detestaría oír su nombre y le desearía todos los males. Pero mis sentimientos no son solo cordiales hacía él; son incluso indiferentes respecto a la señorita King. No la odio de ninguna manera, ni de ningún modo tengo la menor intención de creer que sea una mala muchacha. Esto no puede ser amor. Mis precauciones han dado resultado y aunque yo resultara mucho más interesante para todos mis conocidos si estuviera locamente enamorada de él, no puedo decir que lamente volver al anonimato. La notoriedad a veces se paga muy cara. Kitty y Lydia se han tomado su alejamiento mucho más a pecho que yo. Son jóvenes y no conocer las cosas del mundo, y todavía ignoran que la terrible verdad de que los jóvenes guapos también tienen que tener algo de lo que vivir, igual que los feos

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 146)

• Tienes delante un terrible dilema, Elizabeth. Desde hoy en adelante serás una extraña para uno de tus padres. Tu madre no quiere volver a verte si no te casas con el señor Collins, y yo no volveré a mirarte a la cara si lo haces.

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 112)

La señora Hurst empezó a cantar con su hermana y, mientras ellas estaban absortas en su tarea, Elizabeth no pudo dejar de observar, curioseando unas partituras que había en epiano, cúan freacuentemente la mirada de del señor Darcy se clavaba en ella

— Orgullo y Prejuicio by Jane Austen, Roser Vilagrassa (Page 55)