En 2018, por ejemplo, H&M admitió que estaba acumulando existencias sin vender por un valor de 4.300 millones de dólares, la mayoría de las cuales se exportarían o incinerarían. La marca produce tantos desechos que una central eléctrica a las afueras de Estocolmo, donde tiene su sede H&M, pasó de quemar carbón a quemar ropa parcialmente. En la mayoría de los casos, estas existencias se destruyen, se entierran o se queman.

— Vertedero by Oliver Franklin-Wallis