Un estudio de las consecuencias de las relaciones abusivas y de la violencia continuada disfrazado de novela de fantasía. Ava Reid logra crear una atmósfera opresiva en la que la frontera entre magia y realidad es muy difícil de trazar. De hecho, en más de una ocasión me he preguntado si verdaderamente se puede hablar del concepto típico de magia en este libro o si, por el contrario, se está catalogando como tal a sentimientos y sensaciones. Zmiy encarna la figura del mago poderoso, pero también del padre violento y abusador: así, Marlinchen tilda de magia momentos en los que simplemente está paralizada de puro pánico por una vida plagada de agresiones de todo tipo. Personalmente, enmarcaría esta novela más en el realismo mágico que en la fantasía.