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Este sí. Este tiene todo lo que esperaba del primer libro. Conserva lo mejor de Sistemas críticos (Matabot); añade una relación muy simpática con un nuevo gran personaje; la trama, aunque menos compleja, es interesante, coherente y engancha; y mantiene todas esas cosas buenas de principio a fin. Igual esperaba mucho del primero y no tanto del segundo, pero éste me ha dejado mucho mejor sabor de boca.

Clarke imagina en qué derivaría una dictadura benevolente de una raza superior a la nuestra, que intenta imponer una utopía. Es sorprendente lo bien que ha envejecido a pesar de ir camino de los tres cuartos de siglo, lo cual dice mucho de la visión del escritor. Una lectura entretenida que invita a plantearnos muchas cuestiones.

Un genio loco que busca sentido al sufrimiento y a la irracionalidad de la vida, se impone la misión de encontrar a Dios.

Original sin duda, extraño aunque con ideas interesantes, me ha parecido entretenido aunque no me ha hecho sentirme iluminado.

Un sistema estelar entero que desaparece de la vista es solamente, y a pesar de su magnitud, la punta del iceberg de una historia inmensa y con muchas ramas muy diferentes entre ellas, y más o menos relacionadas entre sí y con el gran misterio inicial.

El piloto que busca rememorar antiguas glorias, la investigadora obsesionada con conseguir capturar a su némesis, el aventurero tras la verdad sobre los alienígenas más esquivos, el terrorista a sueldo de fanáticos que creen estar salvando a la humanidad...

Hay que quitarse el sombrero ante el universo que ha construido Hamilton, tan extenso, tan detallado y tan espectacular, mostrado a través de los ojos de los muchos personajes presentes en el libro. Un libro muy denso, pero inteligente, maduro y entretenido. Sin duda, una obra maestra de ciencia ficción.

Excesivamente lento, excesivas situaciones y conversaciones insustanciales. Sigue estando muy bien escrito, y la historia bien hilvanada, pero está muy lejos de la emoción y tensión del primer volumen. Ese primero no habría querido que se terminara nunca, pero en esta ocasión estaba deseando terminarlo, excepto por algunos buenos tramos que me animaban a seguir leyendo.

La edición que he leído de minotauro vuelve a contener varias erratas inexplicables como aparecer la cifra 110 en lugar de un 'no'.

Bella, inteligente, emocionante, cruel, misteriosa, sorprendente... Una obra de arte. Esta segunda novela nos revela el destino de los peregrinos, y con ello el de la humanidad. Se enfrentarán al alcaudón, al futuro, a la aterradora verdad, a la guerra, e incluso a los dioses.

Una obra maestra. Como otras novelas de las llamadas de ciencia ficción dura, al principio te sientes un poco perdido. Ahora, acabado de terminarla, me siento como si hubiera recibido una revelación. Hyperion abruma con su belleza, sus misterios, su crueldad, su pasión... Es un universo enorme lleno de nuevos mundos, nuevas tecnologías, nuevas sociedades y antiguas políticas, que tejen una red con Hyperion en su centro, donde un grupo de peregrinos se dirige hacia las tumbas del tiempo, al encuentro del Alcaudón y sus destinos. Y cada uno de ellos tiene una historia que contar.

Lem demuestra una gran imaginación y un dominio tanto de la escritura como de las bases de la ciencia para conseguir una historia a la vez fantástica y creíble, que debió maravillar al público en la época en la que se publicó, y que ha envejecido bastante bien.

Sin embargo, no es tan imaginativa ni profunda como Solaris. No tiene tanta carga emocional ni psicológica. También da la sensación de ir de más a menos, y el final es algo abrupto.

En definitiva es una lectura entretenida e interesante pero para mí está lejos de la enigmática Solaris.

Yo no la llamaría novela de terror, más bien es de misterio. También es extraña y perturbadora. No diría que es brillante pero es muy entretenida, adictiva y fácil de leer. Un libro de capítulos cortos que no va a marcarte pero que vas a disfrutar lo que te dure.

Me ha parecido una novela muy inteligente. Cierto que la trama parece girar alrededor de un salón de té, pero está muy bien hilada y el efecto que crea al mezclar las conversaciones con todo lo que puede ver y sentir el protagonista es casi poético. A pesar de haber poca acción, cada diálogo parece emocionante y trascendental, lleno de sentido y trasfondo.

También es un placer aprender más de un imperio galáctico en el que la religión, superchería y tradiciones se mezclan con la avanzada tecnología, la importancia de la personalidad en las IAs.

El asunto del género, o que todo se hable en femenino es anecdótico y se convierte en natural, aunque no cuadra con la capacidad de percepción del protagonista.

La primera mitad del libro me parece estupenda: un buen planteamiento inicial, buen ritmo, personajes interesantes, misterios, crueldad 'bien empleada'... Pero a partir de ahí va decayendo hasta un sinsentido. La historia empieza a no encajar, los personajes pierden credibilidad (excepto Sally), la crueldad se vuelve gratuita, las revelaciones decepcionan por lo mucho que prometían al inicio. Es una novela entretenida hasta el final, trepidante, tiene muy buenas ideas y su inicio te engancha, pero podría haber sido mucho mejor.

Clarke era un visionario, y hay que valorar tanto su imaginación como su diseño de tecnologías y mundos futuros. Este libro es una muestra de ello. Sin embargo, no me ha gustado la narrativa de esta novela en concreto. No me ha enganchado el desarrollo de la historia, y sus personajes no me parecen carismáticos. Me parece que está lejos de algunas de sus mejores novelas, como Cita con Rama.

Aunque tiene algunos conceptos interesantes, la trama solo me enganchó a ratos. Aún siendo algunos de los personajes científicos, sus decisiones giran demasiado en torno a la religión o moralidad, hasta parecer absurdo. El nuevo papel de Ender tampoco me ha gustado. Al final estaba deseando acabarlo, y ahora dudo que siga con la saga, a pesar de lo que me gustó El juego de Ender.

Interesante historia, que va de menos a más, en la que una IA sintiente emprende una búsqueda de venganza tras ser traicionada y fracturada. La trama gana profundidad con los capítulos, según aumenta su complejidad a la vez que nos muestra la política y las costumbres de un imperio galáctico cuyos pilares son la expansión y la religión.

El comentado tema del género es básicamente que siempre habla en femenino, incluso cuando le han dicho que un determinado personaje es masculino. Es difícil de entender que una IA capaz de saber cómo te sientes por tus tics faciales sea incapaz de determinar tu género, por mucho que no le importe porque como IA no tiene género, pero como no influye en la historia, es un detalle que prefiero obviar.

Entretenido pero mucho menos impactante que el primero, que además de original, fue mucho más emocionante. En esta segunda parte la trama parece más lenta, no hay muchas revelaciones ni novedades, y da la sensación de ser un libro de transición y con algo de relleno. En general me ha gustado, y va de menos a más, pero no lo he disfrutado tanto como el anterior.