🌸Raquel de Abril🌸 reviewed Sources of the self by Charles Taylor
Review of 'Sources of the self' on 'Goodreads'
4 stars
Este es un libro hacia el que hay que dirigirse con paciencia. Son 700 páginas con interlineado denso de historia de la filosofía occidental. Le he dedicado unos dos meses intensos de lectura comprometida (no he estado leyendo otros libros en paralelo) y para mí ha merecido la pena. Ha sido una lectura exigente, pero muy enriquecedora. ¿Por qué? Bien, lo que más he apreciado de esta obra es la claridad con la que se realiza un trazado por la historia de la filosofía occidental moderna muy capaz de transmitir los vínculos, continuidades y discontinuidades en temas y enfoques de las doctrinas de distintos pensadores (no sólo filósofos, puesto que incluye también a artistas, cosa que he apreciado mucho). De esta manera, las ideas en el tiempo cobran una lógica, se vuelve evidente cómo igual que no hay ningún pensamiento que surja 'ex nihilo', tampoco hay pensamientos repetidos, sino sólo …
Este es un libro hacia el que hay que dirigirse con paciencia. Son 700 páginas con interlineado denso de historia de la filosofía occidental. Le he dedicado unos dos meses intensos de lectura comprometida (no he estado leyendo otros libros en paralelo) y para mí ha merecido la pena. Ha sido una lectura exigente, pero muy enriquecedora. ¿Por qué? Bien, lo que más he apreciado de esta obra es la claridad con la que se realiza un trazado por la historia de la filosofía occidental moderna muy capaz de transmitir los vínculos, continuidades y discontinuidades en temas y enfoques de las doctrinas de distintos pensadores (no sólo filósofos, puesto que incluye también a artistas, cosa que he apreciado mucho). De esta manera, las ideas en el tiempo cobran una lógica, se vuelve evidente cómo igual que no hay ningún pensamiento que surja 'ex nihilo', tampoco hay pensamientos repetidos, sino sólo temas o conceptos retomados, pero nunca desde el mismo enfoque. Dotar un hilo de este tipo a la historia ha aportado una gran frescura a los conocimientos de historia de la filosofía que ya tenía (lo que me recuerda que he de señalar que no creo que este libro deba leerse sin tener al menos unas nociones mínimas sobre el canon filosófico occidental), profundizándolos, relacionándolos entre sí, aportándoles nuevos enfoques.
Aunque pueda parecer, por el título, que en este libro se va a hablar sobre el problema del yo, en realidad se abordan muchísimas más cuestiones: la concepción de la naturaleza, de la razón, de Dios, del arte, de la condición humana, del bien... Todo ello en relación con la tesis del autor según la cual los seres humanos no podemos hacernos una idea del mundo sin "valoraciones fuertes" (distinciones cualitativas), o lo que es lo mismo, sin una "topografía moral": igual que estar en el mundo significa estar en algún lugar y por eso nos dotamos de puntos de orientación (arriba, delante, al norte, cerca, etc.) con los que orientarnos, partiendo de algún sistema de referencia, no podemos describir ni dar un sentido a lo que nos rodea sin un marco de referencia con un criterio de "bien" a partir del cual ubicarnos y ubicar al resto de entidades. Por esa razón, la moral para el autor va más allá de cuestiones cómo qué es una buena acción y qué es ser bueno y entra en el terreno de preguntas como qué es una vida plena y qué la caracteriza. De ahí que la cuestión del yo y de la identidad sea una cuestión moral estrechamente vinculada a la visión que se tiene del resto del cosmos.
La ideología del autor se hace notar. En mi opinión, tiene una concepción liberal (y, por tanto, androcéntrica) del sujeto moderno, de ahí que no sólo no se mencione a una sola autora en 700 páginas de texto más otras 100 de anotaciones y referencias. Y el problema no es tanto que no las mencione, que también, sino sobre todo que no aborde en ningún momento la cuestión de género. Tampoco la cuestión racial, cosa grave, teniendo en cuenta los orígenes de la modernidad occidental y la vinculación entre la construcción del sujeto liberal y la construcción de las teorías racistas y raciológicas. Yo no creo que el sujeto moderno pueda entenderse sin un enfoque de género y decolonial. Charles Taylor parece realmente erudito por la cantidad de referencias que hace, pero son más que notables estas ausencias, que hacen que su libro sea deshonestamente parcial, y digo deshonestamente porque pese a que menciona y reconoce otras limitaciones de su libro, respecto a estas lagunas no dice nada de nada. Con todo, el libro me parece valioso por otras razones y existen otros textos que abordan estas cuestiones y hacen críticas extensivas de la noción liberal de sujeto, así que no me enrollaré más en esta reseña: recomiendo este libro a personas con paciencia pero con interés en profundizar en las raíces teóricas que vinculan a distintas ideas del yo y del mundo características del pensamiento occidental.