En las últimas décadas, de la crítica a la escuela tradicional han surgido numerosos espacios de educación «alternativa» al margen de la escuela pública —considerada enemiga de la «libertad»—, a la vez que se han introducido en esta nuevas «prácticas innovadoras». Negándose a aceptar la dicotomía entre una educación controlada por el Estado capitalista y sus supuestas vías de escape, Las falsas alternativas desvela qué se esconde bajo el rostro amable de estas propuestas: su carácter segregador, su función privatizadora y las premisas liberales de sus presupuestos pedagógicos.
La centralidad de la felicidad personal, la apelación a unas presuntas capacidades innatas o la celebración irreflexiva del deseo y el autodidactismo son algunos de los pilares teóricos de unos planteamientos que se han valido de ideas y conceptos históricamente asociados a la tradición libertaria para ponerlos al servicio de prácticas ultraliberales, donde la ideología capitalista se enmascara tras un ideal de …
En las últimas décadas, de la crítica a la escuela tradicional han surgido numerosos espacios de educación «alternativa» al margen de la escuela pública —considerada enemiga de la «libertad»—, a la vez que se han introducido en esta nuevas «prácticas innovadoras». Negándose a aceptar la dicotomía entre una educación controlada por el Estado capitalista y sus supuestas vías de escape, Las falsas alternativas desvela qué se esconde bajo el rostro amable de estas propuestas: su carácter segregador, su función privatizadora y las premisas liberales de sus presupuestos pedagógicos.
La centralidad de la felicidad personal, la apelación a unas presuntas capacidades innatas o la celebración irreflexiva del deseo y el autodidactismo son algunos de los pilares teóricos de unos planteamientos que se han valido de ideas y conceptos históricamente asociados a la tradición libertaria para ponerlos al servicio de prácticas ultraliberales, donde la ideología capitalista se enmascara tras un ideal de sonriente naturalismo infantil.
Eso coloca a las propuestas contemporáneas que se reivindican como parte de la tradición anarquista ante un problema político de primer orden y frente a dilemas que no son nuevos, tal y como muestra Ani Pérez Rueda desde un riguroso conocimiento histórico y teórico. Su relación con las instituciones escolares estatales, el vínculo entre las metodologías y los contenidos, los fines de la educación, la complejidad del ideal de libertad, el rol de las educadoras… son hoy tanto o más importantes como lo fueron para las anarquistas durante el siglo xx, lo cual nos obliga a plantearnos una cuestión crucial: qué es lo que ha permitido a las pedagogías alternativas servirse de los planteamientos libertarios sin aparente contradicción.
Las falsas alternativas es (y ha sido, incluso antes de ser el libro que ahora tenéis en vuestras manos) una de las críticas más enriquecedoramente polémicas sobre los conflictos que atraviesa hoy la relación entre educación y emancipación social.
Un ensayo bastante concienzudo y a tramos complejo sobre los fallos y aciertos de las diversas visiones de la enseñanza anarquista y otros tipos de educacion que aparentemente compartirian rasgos pero que derivan en lo contrario, individualismos y problemas en el aprendizaje, especialmente al respecto de la realidad social. Mas enfocado a docentes que a público general.
Trufado de referencias a otros autores como los clásicos Rousseau y Ferrer i guardia a otros mas actuales, nos hace reflexionar sobre muchos campos y estrategias de enseñanza pero no nos da la soluciones, dejando en nuestro tejado esa pelota para que le demos vueltas.
Review of 'Las falsas alternativas' on 'Goodreads'
5 stars
Este libro me parece una aportación fundamental a la discusión pedagógica contemporánea, tanto desde un punto de vista informativo como desde un punto de vista reflexivo. Y no sólo. En mi opinión, sus aportaciones trascienden incluso el ámbito estricto de la pedagogía y se sumergen en el terreno de los movimientos sociales, del análisis de tendencias actuales del capitalismo, y de la cuestión general sobre la sociedad que queremos y los métodos para llegar a ella. Es decir, que este libro tendrá algo que aportar no sólo a educadores, sino a toda persona comprometida con el cambio social, con algún compromiso con la izquierda, con aspiraciones revolucionarias, etc. De hecho, de Las falsas alternativas no me llevo cuestionamientos que me interesen sólo para mi futura praxis como docente, sino importantes críticas sobre las dinámicas de lo asambleario y sobre problemáticas de ciertos espacios de izquierdas más allá de lo educativo: …
Este libro me parece una aportación fundamental a la discusión pedagógica contemporánea, tanto desde un punto de vista informativo como desde un punto de vista reflexivo. Y no sólo. En mi opinión, sus aportaciones trascienden incluso el ámbito estricto de la pedagogía y se sumergen en el terreno de los movimientos sociales, del análisis de tendencias actuales del capitalismo, y de la cuestión general sobre la sociedad que queremos y los métodos para llegar a ella. Es decir, que este libro tendrá algo que aportar no sólo a educadores, sino a toda persona comprometida con el cambio social, con algún compromiso con la izquierda, con aspiraciones revolucionarias, etc. De hecho, de Las falsas alternativas no me llevo cuestionamientos que me interesen sólo para mi futura praxis como docente, sino importantes críticas sobre las dinámicas de lo asambleario y sobre problemáticas de ciertos espacios de izquierdas más allá de lo educativo: la psicologización de algunos problemas, la creación de “islas” que pretenden estar fuera del sistema, la aceptación de la fagocitación por parte de instituciones de inspiración neoliberal de reivindicaciones y lenguaje de los movimientos “alternativos”... Ani Pérez viene a desenmascarar los cantos de sirena de los verdugos capitalistas de siempre (bancos como el BBVA, el Santander) que ahora se postulan como los líderes en la promoción de una educación “respetuosa” con la infancia, reformadora de la vieja educación autoritaria y excluyente. Y lo hace separando la paja del heno, arrojando luz sobre las diferencias fundamentales entre las premisas teóricas y la acción de exponentes de la Escuela Nueva (como Summerhill, donde en realidad vigen concepciones individualistas y descomprometidas respecto a la desigualdad social) y las de experiencias libertarias, que cuentan con una importante historia en nuestra península, así como de algunas experiencias soviéticas. En suma, una lectura muy refrescante y activadora de la crítica, con un estilo claro y preciso que se deja leer muy bien. Una vez más, la recomiendo.