Teo reviewed Juego y teoría del duende by Federico García Lorca
Review of 'Juego y teoría del duende' on 'Goodreads'
El concepto de duende que explica García Lorca me recuerda al de artista poseso o dionisíaco de Nietzsche (en El origen de la tragedia), en contraposición con el artista artífice o apolíneo.
El duende es "el misterio, las raíces que se clavan en el limo que todos conocemos, que todos ignoramos, pero de donde nos llega lo que es sustancial en el arte. [...] es un poder y no un obrar, es un luchar y no un pensar. [...] no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre; es decir, de viejísima cultura, de creación en acto". Compara su duende (que mueve a España) con otras fuentes de inspiración: El ángel (propio de Italia) da luces y, al estar por encima del ser humano, deslumbra y derrama su gloria y el artista realiza la obra sin esfuerzo pues ya está predestinado. La musa (común …
El concepto de duende que explica García Lorca me recuerda al de artista poseso o dionisíaco de Nietzsche (en El origen de la tragedia), en contraposición con el artista artífice o apolíneo.
El duende es "el misterio, las raíces que se clavan en el limo que todos conocemos, que todos ignoramos, pero de donde nos llega lo que es sustancial en el arte. [...] es un poder y no un obrar, es un luchar y no un pensar. [...] no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre; es decir, de viejísima cultura, de creación en acto". Compara su duende (que mueve a España) con otras fuentes de inspiración: El ángel (propio de Italia) da luces y, al estar por encima del ser humano, deslumbra y derrama su gloria y el artista realiza la obra sin esfuerzo pues ya está predestinado. La musa (común en Alemania) da formas: dicta y a veces sopla, está relacionada con la inteligencia (que es enemiga de la poesía) y Lorca parece asociarla a lo rígido y lo pretencioso. Pero para encontrar al duende no hay mapa ni ejercicio, con él uno lucha, el duende quema la sangre, agota, rompe los estilos. Rimbaud, Jorge Manrique, Lautréamont y los gitanos y andaluces "saben que no es posible ninguna emoción sin la llegada del duende". No tiene que ver con facultades, técnica o maestría, sino con lo genuino, lo fresco, lo despojado de formas y seguridades. "Todas las artes son capaces de duende, pero donde encuentra más campo, como es natural, es en la música, en la danza y en la poesía hablada, ya que estas necesitan un cuerpo vivo que interprete, porque son formas que nacen y mueren de modo perpetuo". Un rasgo peculiar del duende es que no se repite nunca, revela siempre lo inédito, como "las formas del mar en la borrasca".
Se detiene a explicar la íntima relación que tiene España con la muerte, en sus dos costados: el áspero y el lírico. El duende está vinculado con la muerte, y mientras la musa y el ángel se lamentan, él lucha y hiere (y es una herida que no se cierra nunca en el artista).
"En España (como en los pueblos de Oriente, donde la danza es expresión religiosa) tiene el duende un campo sin límites sobre los cuerpos de las bailarinas de Cádiz, [...] sobre los pechos de los que cantan, [...] y en toda la liturgia de los toros, auténtico drama religioso donde, de la misma manera que en la misa, se adora y se sacrifica a un Dios". Dice García Lorca que el duende se resume "en esta fiesta perfecta, exponente de la cultura y de la gran sensibilidad de un pueblo que descubre en el hombre sus mejores iras, sus mejores bilis y su mejor llanto. Ni en el baile español ni en los toros se divierte nadie; el duende se encarga de hacer sufrir por medio del drama [...]".
Intertextualidad
Menciones directas:
Conversaciones con Eckermann de Johann Wolfgang von Goethe (Sacro Imperio Romano Germánico, 1827) (cita).
Sueño del Juicio Final o El sueño de las calaveras de Francisco de Quevedo (España, 1605).
Canción "La sangre de mis entrañas...", anónima (España, s. XVII) (cita).
Balada "Si tú eres mi linda amiga...", anónima (España, ?) (cita).
Poema "Dentro del vergel...", anónimo (España, ?) (cita).
Cántico espiritual de Juan de la Cruz (España, 1578) (cita).
Mención al episodio del mono parlante en Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes (España, 1615).
Mención al demonio o genio maligno de Descartes postulado en sus Meditaciones metafísicas (Francia, 1641).
Mención a Gerión, el gigante monstruoso de tres cuerpos de la mitología griega, a quien Heracles robó y mató como parte de sus doce trabajos, cuya primera mención de que se tiene registro está en la Gerioneida de Estesícoro (Grecia, s. VI a. C.).
Mención al personaje Pleberio de La Celestina de Fernando de Rojas (España, ca. 1499).
* Mención a los escritores Friedrich Nietzsche (Alemania, s. XIX), René Descartes (Francia, s. XVII), Guillaume Apollinaire (Francia, s. XX), Juan de la Cruz (España, s. XVI), Jacinto Verdaguer (España, s. XIX), Jorge Manrique (España, s. XV), Arthur Rimbaud (Francia, s. XIX), Conde de Lautréamont (Uruguay/Francia, s. XIX), Pedro Soto de Rojas (España, s. XVII), Ioannes Climacus/Juan Clímaco (Siria, s. VII), José de Valdivielso (España, s. XVII), José de Sigüenza (España, s. XVI-XVII), Lucrecio (Roma, s. I a. C.), John Keats (Inglaterra, s. XIX), Alfonso Álvarez de Villasandino (España, s. XIV-XV), Fernando de Herrera (España, s. XVI), Gustavo Adolfo Bécquer (España, s. XIX), Juan Ramón Jiménez (España, s. XX), Teresa de Jesús (España, s. XVI), Marcial (Roma, s. I), Juvenal (Roma, s. I-II), Lope de Vega (España, s. XVII), Luis de Góngora (España, s. XVI-XVII), Garcilaso de la Vega (s. XVI), Gonzalo de Berceo (España, s. XIII), Arcipreste de Hita (España, s. XIV) y Jean-Jacques Rousseau (Francia, s. XVIII).