Empecé este libro muy emocionado por lo que prometía: un misil directo a las oficinas de pijos del Avecrem venidos a más y de falsa meritocracia. Y durante todo el libro puedes subrayar un millón de frases lapidarias y muy contundentes en torno a eso. Y en torno a actitudes boomer sobre el racismo o el machismo. Pero solo llega hasta ahí.
En ese sentido, es como leer twitter. Tienes mucho material así durante el libro que te mantiene con ganas de más y te anima a seguir leyendo, pero cuando llegas al final y tiene que demostrar la auténtica sustancia por debajo de la historia, no hay nada. Hay un abandono repentino de todo lo que se ha venido sosteniendo durante la historia para pasar a ser uno más de esos boomers venidos a más. Donde había espacio para un conflicto de clase, de género, de raza, donde se podían explotar todas estas grandes contradicciones del sistema a través de la historia de una chavala con la que prácticamente todas las universitarias de familia obrera del 15M nos podemos identificar, se ha colocado el más cutre de los conflictos generacionales. Viejos acomodados contra jóvenes que quieren acomodarse. Ella, ya acomodada, odiando a la becaria. Porque "ha pasado por mucho y tiene derecho", que nos podrían decir muchos de nuestros padres para justificar sus actitudes de mierda.
Es una pena ponerle 2 estrellas, pero es quizá más culpa de mis expectativas y de mis trasfondo político-cultural que de que ella lo haga mal.