Argi ha terminado la carrera de Historia de la Magia en la universidad. Lo único que le queda es hacer las prácticas: trabajar gratis para el Consorcio durante un breve periodo de tiempo y conseguir así su «aprobación» y su título. El sitio que ha escogido, a falta de magia poderosa que pueda usar para demostrar su valía, es el centro de envejecimiento mágico. Un lugar tranquilo en el que trabajar cuidando de personas ancianas sin mayores sobresaltos.
Aunque, en realidad, un centro lleno de personas seniles y con poderes mágicos muy poderosos puede no resultar el remanso de paz que Argi esperaba.
En la vida me esperaba encontrarme una novelita sobre un chaval que quiere hacer sus prácticas cuidando a personas mayores en un geriátrico. Si encima es un geriátrico de magas y brujas, el asunto se complica un pelín.
¿He estado durante toda la lectura con un traductor al lado porque me podía la curiosidad de ver qué decían en euskera? Claro que no, para nada. Bueno, puede que un poco sí.
Ya tardo en comentar sobre este y lo hago apurada. Por principio creo que hay que hacer esto, comentar, pero es un quiero y no puedo.
Prácticas Mágicas es una aventura urbana, con magia, que rompe el tópico de la escuela de magia potteriana, por ejemplo, aparece integrada en la sociedad y no como algo secreto, y la historia no trata de las lecciones ni de las aventuras en el jardín trasero. La escuela de magia no tiene importancia, todo el libro se desarrolla durante las "prácticas de empresa", como solía decirse, del protagonista. Me gusta mucho que el escenario sea una residencia de ancianas, porque las personas mayores son parte de nosotras, de la sociedad y es importante tenerlo presente, las ancianas de Prácticas mágicas no son un simple accesorio o la excusa para disparar la búsqueda de un artefacto milenario. Aquí tienen un perfil real, todas bien diferenciadas, …
Ya tardo en comentar sobre este y lo hago apurada. Por principio creo que hay que hacer esto, comentar, pero es un quiero y no puedo.
Prácticas Mágicas es una aventura urbana, con magia, que rompe el tópico de la escuela de magia potteriana, por ejemplo, aparece integrada en la sociedad y no como algo secreto, y la historia no trata de las lecciones ni de las aventuras en el jardín trasero. La escuela de magia no tiene importancia, todo el libro se desarrolla durante las "prácticas de empresa", como solía decirse, del protagonista. Me gusta mucho que el escenario sea una residencia de ancianas, porque las personas mayores son parte de nosotras, de la sociedad y es importante tenerlo presente, las ancianas de Prácticas mágicas no son un simple accesorio o la excusa para disparar la búsqueda de un artefacto milenario. Aquí tienen un perfil real, todas bien diferenciadas, con sus motivaciones y sus personalidades. El protagonista es, con frecuencia, mero observador.
En cuanto a la forma, es un estilo sencillo con tono informal que fluye sin tropiezos.
Me parece una lectura entretenida, original y cargada de imaginación. Probablemente habría estado entre mis favoritas hace treinta años, tarde me llegas Nahikari ;)