¡Me ha gustado mucho!
5 stars
Comencé este libro con muchas ganas de leer sobre San Francisco de Asís y, tras haberlo terminado, creo que quizá no era la mejor lectura para empezar a leer sobre este santo. Sin embargo, la lectura ha sido de lo más provechosa.
He tardado casi dos meses en leerlo (lo empecé el 4 de mayo), pero no ha sido mi única lectura durante este tiempo: más bien era la lectura sosegada de momentos de concentración. Porque sí, la ha necesitado.
Como es habitual en los libros que nos trae la colección Ediciones Populares de la editorial Monte Carmelo, este libro está escrito en castellano antiguo, de alguna manera. Lo noté con la Autobiografía y los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y también con el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz; ahora se repite con este libro, que es un compendio de historias de San Francisco de Asís y …
Comencé este libro con muchas ganas de leer sobre San Francisco de Asís y, tras haberlo terminado, creo que quizá no era la mejor lectura para empezar a leer sobre este santo. Sin embargo, la lectura ha sido de lo más provechosa.
He tardado casi dos meses en leerlo (lo empecé el 4 de mayo), pero no ha sido mi única lectura durante este tiempo: más bien era la lectura sosegada de momentos de concentración. Porque sí, la ha necesitado.
Como es habitual en los libros que nos trae la colección Ediciones Populares de la editorial Monte Carmelo, este libro está escrito en castellano antiguo, de alguna manera. Lo noté con la Autobiografía y los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y también con el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz; ahora se repite con este libro, que es un compendio de historias de San Francisco de Asís y los frailes de su Orden en los siglos XIII y XIV.
Se hace lento. Se debe leer con calma. Y a veces cuesta un poco, no por complejidad, sino por pesadumbre. Vaya, que no escriben como lo haría yo hoy en día.
Pero merece mucho la pena. Aprendemos mucho de la vida de San Francisco, su santa forma de vivir, sus maneras, su humildad, pobreza, entrega y devoción a Jesucristo. Aprendemos que su vida fue, literalmente, una imitación perfecta de la de Jesús, llegando en sus últimos días, por su devoción y santidad, a recibir en su propio cuerpo las Santas Llagas de Cristo.
Descubriremos también a muchos de sus frailes: fray León, fray Gil, fray Bernardo, fray Junípero, fray Rufino... Todos ellos, cada uno a su manera, santos hijos de Dios. Y también a Santa Clara, claro.
Además, termina el libro con una recopilación de milagros, todos ellos maravillosos, que demuestran que fray Francisco era, es y será siempre San Francisco. Mola que alguno de ellos sea en España, como el último del libro, que me ha dejado con un buen sabor de boca.
Lo recomiendo, pero quizá después de leer «El hermano de Asís», que es el que leeré yo ahora. Si no, aunque se disfruta, puede contarte un poco, como a mí. Pero, en definitiva, es un maravilloso libro para conocer al fundador de los franciscanos. Si ha creado una de las órdenes religiosas más importantes y antiguas, será por algo.
¡Paz y bien!