Las diez historias recogidas en este volumen plantean el terrible escenario,
fuente habitual de miedos adultos e infantiles, de que lo sobrenatural se apodere
del espacio doméstico y nuestra vida cotidiana. En «La cabeza», una mujer se
ve atormentada a diario por una extraña criatura que surge de su lavabo e
interfiere en su día a día, mientras que en «Conejo maldito» –el relato que da
nombre a esta espeluznante colección– es un objeto normal e inofensivo, una
lámpara con forma de roedor, la que extiende una maldición entre todas las
personas que la poseen. A medio camino entre el terror, la ciencia-ficción y la
literatura del absurdo, Bora Chung ha unificado en sus cuentos todas sus
obsesiones literarias: las leyendas tradicionales de Corea, la literatura europea
grotesca, los géneros fantásticos más retorcidos y una generosa dosis de terror
cotidiano, todo ello acompañado de un enfoque feminista, pues muchos de …
Las diez historias recogidas en este volumen plantean el terrible escenario,
fuente habitual de miedos adultos e infantiles, de que lo sobrenatural se apodere
del espacio doméstico y nuestra vida cotidiana. En «La cabeza», una mujer se
ve atormentada a diario por una extraña criatura que surge de su lavabo e
interfiere en su día a día, mientras que en «Conejo maldito» –el relato que da
nombre a esta espeluznante colección– es un objeto normal e inofensivo, una
lámpara con forma de roedor, la que extiende una maldición entre todas las
personas que la poseen. A medio camino entre el terror, la ciencia-ficción y la
literatura del absurdo, Bora Chung ha unificado en sus cuentos todas sus
obsesiones literarias: las leyendas tradicionales de Corea, la literatura europea
grotesca, los géneros fantásticos más retorcidos y una generosa dosis de terror
cotidiano, todo ello acompañado de un enfoque feminista, pues muchos de los
horrores que se describen en este libro tienen que ver con los retos, las penurias
y las desventajas de ser mujer en el primer mundo en el comienzo del siglo xxi.
En uno de los relatos, una mujer se queda embarazada de tanto tomar la píldora
anticonceptiva. En otra historia, una joven diseña un androide perfecto, tan
humano y tan vivo, que su amor le impide tomar la decisión lógica, la de
destruirlo. Cada relato nos lleva por caminos inesperados: asombro,
repugnancia, estupor, miedo, perplejidad; todos comienzan en un terreno
firme, conocido, pero rápidamente entran en el espacio del realismo mágico,
de lo ilógico, lo escalofriante o lo cruel. Una nueva voz del relato fantástico que
expande los límites del género con una personalidad arrolladora.
A pesar de que hay un par de historias que me han parecido impactantes y que en general las ideas son originales, no he acabado de conectar con ellas: las premisas son en su mayoría interesantes, pero no entiendo a dónde me llevan. La idea del libro es que son relatos en los que lo fantástico/terrorífico se cuela en lo cotidiano, pero hay un par de ellas que son directamente fantasía (y no es mi género favorito). Ha estado entretenido, pero sin más.
Entiendo y valoro la intención de la autora de acercarse a problemáticas como el capitalismo, el patriarcado o el estrés postraumático a través de una narrativa turbia que explora lo retorcido y lo terrorífico desde una perspectiva cotidiana. Sin embargo, no he conseguido conectar con ninguno de los diez relatos. No sé si por falta de perspicacia por mi parte o por una suerte de brecha cultural (me inclino más por la primera opción). Quizá con el paso de los días alguno de los relatos siga resonando en mi cabeza y me lleve a reflexiones interesantes que aún no he sido capaz de poner en marcha.