Me ha parecido divertida la historia y los momentos de Ali. Una trama bien trabajada. Me ha gustado el lado de reflexión del mundo que vivimos como la diferenciación entre lo que decimos que es la democracia y la libertad como quien nos quiere dominar con su discurso.

Para pasar un rato divertido, alegre y perderte con la ternura de Ali, ha valido la pena leer a Alberto Vázquer-Figueroa.