Aunque en algunos momentos puede llegar a ser un poco denso debido a la gran cantidad de datos técnicos que contiene, es de agradecer lo bien que se ha documentado Frank Schätzing para El quinto día. El libro cuenta con más de mil doscientas páginas, y pese a que se podrían haber recortado algunas escenas aquí y allá, e incluso haber eliminado alguna sin que afectase demasiado al argumento, no se hace excesivamente largo.
En el libro, tras una trama bien estructurada, el autor nos obliga a reflexionar sobre el comportamiento que el ser humano tiene con su entorno en general y con el mar en particular, y sobre la relación entre los seres humanos y el resto de las especies del planeta.
Algunas de las partes más «movidas» están escritas de manera impecable, y nos trasladan al mismo centro de la acción, haciéndonos sufrir junto a los personajes principales.
En definitiva, un libro recomendable, pero por lo que más queráis, no os lo llevéis a la playa, porque no vais a poder mojaros más allá de los tobillos.
El que avisa no es traidor.