Tenía pendiente este libro desde hace tiempo y mis expectativas respecto a él eran altas, pero lo cierto es que las ha superado.

Admito que tengo debilidad por los libros como objeto físico, y una historia cuya construcción de mundo se basaba en ellos tenía todas las papeletas para resultarme atractiva. Y ha sido así: la premisa y el estilo narrativo me han cautivado por completo. Me ha resultado fascinante la forma en la que el libro abraza la propuesta de la que parte e imagina con maestría hasta dónde se puede llevar.

Me ha encantado la historia y, sobre todo, la forma de contarla. Esa manera de empezar dosificando la información con cuentagotas para que quieras saber más del protagonista, su entorno y todo lo que rodea a la encuadernación. Si bien puedes sentir en algunos puntos que vas un paso por delante, en ningún momento eso quita las ganas de saber qué ocurre y especialmente cómo se desarrollan los hechos. Es más, aunque avanzara lentamente en la primera parte del libro, los dos últimos tercios los he devorado.

Recomiendo encarecidamente su lectura: vale mucho la pena conocer este universo y a estos personajes, y detenerse a admirar la sensibilidad con la que está escrito.