La guerra, al igual que El dique da esa sensación de valle en el que el ritmo y los acontecimientos parecen mas mundanos pero lo hace de manera mas dinámica.

Han pasado casi 30 años desde la riada y los personajes, anteriores secundarios, van tomando mas relevancia para continuar la generación de los Caskey. Elinor pasa un poco a segundo plano pero con algunos dialogos que empiezan a ser, entre comillas, esclarecedores dentro de tanto misterio.

Ademas como broche, nos deja un final fantástico, que pone los pelos de punta, haciendo en dos breves paginas una escena que maneja con maestría la forma de introducir lo sobrenatural y lo real en perfecta conjuncion.