Review of 'Ensayo Sobre La Ceguera (Biblioteca Jose Saramago)' on 'Goodreads'
5 stars
Más que lo que se ha dicho siempre, eso de que el estilo narrativo es audaz y requiere la atención del autor, lo que más me sorprende en la relectura es cómo se detalla bien la fragilidad del hombre en presencia de la civilización.
En una ciudad, o país, o lo que sea, en donde todo el mundo se queda ciego, la gente acude a las calles a buscar comida. No hay servicio de energía, ni de agua, ni de nada, porque casi todo depende de manos humanas, y estas manos ahora parecen no saber qué hacer porque no pueden ver lo que hay que hacer. En esa situación, las personas de esta historia se van en busca de comida, abandonando el refugio. Y, ¿qué es más importante? Cuando no hay cómo comunicarnos con otros para organizarnos comienzan a surgir comunidades con intereses en común, y depende uno o de la benevolencia del otro o de un aprovechamiento de la fuerza que siempre va acompañada de violencia.
En fin. Linda lectura para estos tiempos de cuarentena por el coronavirus. Si toda esa gente que ahorita es la que mantiene al mundo rodando de repente se queda ciega, creo que lo que se pinta aquí no es muy lejano de lo que podría pasar.
Ay, pero que hable del libro. Bueno: como ya dije, el estilo narrativo requiere concentración del lector. En este libro no hay nombres, no hay descripciones detalladas de las cosas (como describiría un ciego a otro, por ejemplo), y se asume una suerte de igualdad ante esta situación que es como la muerte. Si bien las cosas que pasan pueden sonar exageradas, no creo que sea algo que no pueda suceder.
Los personajes son interesantes aunque solo se ahonda en uno, que es el central, y no siempre sus motivaciones son claras. Eso sí, esa descomposición del protagonista a lo largo del libro es angustiante, y aunque es víctima de algunas situaciones (y victimaria en otras) en la mayor parte del relato es víctima de un mundo en el que no puede hacer nada, porque se trata de una sola persona contra un desorden establecido por el caos.
El aspecto que no me gustó fue el no aprovechar el punto del niño que hay en la historia. Sirve para dos o tres cosas puntuales, pero se ve más como una carga, y no como alguien que pudiera poner otra perspectiva. ¿Qué diría un niño pequeño en esas situaciones? Llorar por la madre no es suficiente. Creo que esa curiosidad no se aprovechó, pero el autor es otro y yo soy simplemente una persona que lee, entonces nada.
Gran libro, le revuelve a uno todo, y lo entrega a la vida un poco cambiado. Esperemos que tragedias como esta, como otras de otros libros, sirvan para replantear cosas. El ejercicio de leer no es solo criticar, sino aprender. Y algo aprende uno de este libro.