Normanefe reviewed La broma infinita by David Foster Wallace
Review of 'La broma infinita' on 'Goodreads'
5 stars
Hay una parte del libro, casi por la mitad (ya no me acuerdo), en que le dicen a un protagonista que tiene que ponerse de rodillas todas las noches, al lado de la cama, antes de dormir, y agradecer por un día de sobriedad. El tipo no es creyente, entonces no le ve mucha gracia a eso. Pero la gente de las reuniones de adictos anónimos le dicen que no cuestione, sino que haga. Que lo siga haciendo. Que funciona. Lo peor es que sí, funciona.
Esto es algo que me quedó muy presente cuando acabé el libro. Digo, hay muchísimas cosas más. La soledad, la adicción, el éxito, la familia, los problemas de estar vivo, todo envuelto en un entorno futurista casi distópico, que de todas maneras no se siente tan lejano. Pero eso de simplemente hacer algo que uno a lo que no se le encuentra mucho sentido termina siendo revelador. Muchas de las críticas que se pueden encontrar acerca del libro pueden decir que es demasiado denso, o que se enfrascan en una pelea casi personal con el autor, y creo que no se trata de eso. El libro no lo deja fácil al comienzo, pero luego de seguir atravesando todo se llega a un momento en que es casi imposible soltarlo.
Y luego está la sensación que produce al terminarlo. Esto no se trata de la calidad del libro, no creo que pueda dar un juicio objetivo. Sin embargo, puedo decir que al final la recompensa sobrepasa todo lo que se piense, o sienta, al comenzarlo. Recomendaría que no traten de verlo como un libro intratable, ni que, a pesar de lo evidente, se fijen en el tamaño del mismo. Igual, es muy posible que terminen revisitándolo, casi inmediatamente. Así como lo dice el libro: "Le dijeron que se hincara sobre sus rodillas de mamut todas las mañanas y todos los días y rogase a Dios (tal como él lo concibiera) que le quitara ese terrible deseo y que volviera a golpear las viejas rodillas contra el suelo por la noche antes de acostarse y diera gracias a aquel Dios personal por el día pasado sin sustancias si lo había podido pasar. Le sugirieron que guardase los zapatos y las llaves bajo la cama como recordatorio de arrodillarse."
Y ahora soy yo el que se siente en una reunión de adictos anónimos.