Cinco años han pasado desde mi primer intento de leer Los jardines de la Luna y el resultado no ha podido ser más diferente. Es cierto que la novela te exige un salto de fe porque da la sensación de llegar a la mitad de la historia, pero una vez van encajando piezas (no muchas, pero las suficientes) la lectura es una gozada.
La trama está bien hilada, los personajes son realistas y muy humanos y la magia, aunque poco detallada, me ha parecido muy original. Una pena haberme enganchado tan tarde aunque la parte buena es que me quedan 9 novelas (¡¡¡ya escritas y traducidas!!!) para disfrutar.