No es la historia más original que ha escrito Sanderson pero madre mía ¡como engancha! Además no ha dejado de sorprenderme en ningún momento, a pesar de intuir el desenlace. Añadimos a eso un mundo extraño rodeado de escombros, unos personajes con los que es fácil empatizar con una fabulosa protagonista, Spensa, a la cabeza y una narración de infarto y ya tenemos la novela perfecta.

Quizás sea un poquito descafeinada en algunos aspectos, pero el autor nunca se ha recreado en detalles escabrosos y os aseguro que, a pesar de ser novela juvenil, no te tiembla el pulso a la hora de hacernos sufrir.

La pena (o no) es que sea una saga. Por desgracia, toca esperar... otra vez.