Los cuentos que componen este libro son los sueños que pudo tener Einstein las noches de 1905 que estuvo trabajando en su teoría de la relatividad. El protagonista no es Einstein, como podría sugerir el título, sino el tiempo y sus distintas formas o manifestaciones. En uno el tiempo va hacia atrás, en otro se divide en dos con cada decisión que tomamos, en otro la gente es adicta a la velocidad y hasta las casas tienen ruedas porque cuanto más rápido te muevas más lento transcurrirá el tiempo y así los habitantes de ese mundo pretenden ganar unos minutos de vida... El juego literario es interesante, algunos cuentos son sorprendentes, pero para mí les falta algo de emoción, no me han enganchado. Para lo corto que es me ha costado terminarlo.