A lo largo del libro hay una colección de temas (culturales, mitológicos, políticos), estilos (absurdo de la jitanjáfora, flujo de conciencia, delirios de pesadilla) y circunstancias propias de una literatura fantástica de primer orden. Por otra parte, es la entrada con bombo y platillo —y con el pie derecho— de un Carlos Fuentes al mundo del arte literario; su flexibilidad estilística demuestra su dedicación a las letras y el conocimiento de la tradición literaria…

Los días enmascarados es un libro magnífico para irse a otros mundos con otras lógicas, que de tan extrañas, parecen nuestras desde siempre.