Ningún padre había visto mis días de infancia, ninguna madre me había bendecido con sonrisas y caricias; y si existieron, toda mi vida pasada no era más que una macha, un vacío oscuro en el cual me resultaba imposible distinguir nada. Desde mi primer recuerdo yo había sido como era en esos momentos, tanto en altura como en proporciones. No había visto a nadie que se me pareciera, ni si quiera mantener relación conmigo ¿Qué era yo? La pregunta surgía una y otra vez, y solo podía contestarla con lamentos.
— Frankenstein by Mary Wollstonecraft Shelley (Page 151)
Cuando la Criatura narra esto sube un 200% en calidad