-¡Ni se te ocurra!-la voz de Bea me llegó como un bramido y pensé en todas las figuras autoritarias que me habían gritado a lo largo de mi vida. Por encima de todas ellas sonó la voz de mi padre. Sentí ganas de tumbarme solo para fastidiarles... y entonces el tono cambió-Zara, por favor. Nadim te necesita. YO te necesito. Si te rindes ahora, no vas a volver, y este es tu sitio. Conmigo. Con nosotros.

Esa voz sonaba distinta. Sonaba como todas las personas que se preocupaban por mí. Que me querían, a pesar de todos mis defectos. Mi madre. Mi hermana. Incluso Derry, a veces.

También me recordó a Nadim. Y me recordó exactamente quién era Bea, el ángel que podía crear estrellas en el cielo solo con su voz. Puede oír la música en ella

— Honor entre ladrones by Rachel Caine, Ann Aguirre (Honor, #1) (Page 323)