Anvazher rated A Fuego Lento: 5 stars
A Fuego Lento by Bakea Alonso Fernández De Avilés, Ángela López Ramos
A Fuego Lento Cocinando ideas para una intervención grupal con hombres desde una perspectiva de género
“…La redacción y edición …
Profesor de personas adultas, Ámbito Científico Tecnológico. Interesado en coeducación, educación ambiental, Derechos Humanos y otras cosas por el estilo. Si quieres contactar conmigo puedes encontrarme en Mastodon.
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A Fuego Lento Cocinando ideas para una intervención grupal con hombres desde una perspectiva de género
“…La redacción y edición …
Una colección de textos de distinta autoría recopilados por Miriam Solà y Elena Urko. A pesar de los años transcurridos desde su publicación sigue siendo una lectura recomendable para iniciarse en todo lo relacionado con lo trans.
"En el centro de mi irónica fe, mi blasfemia es la imagen del cyborg." (El manifiesto cyborg. Donna Haraway, 1984) …
Si tuviera que explicar de qué va este libro... no sabría decirlo. Virginie Despentes expone en él sus recuerdos y reflexiones sobre su propia sexualidad, su violación, sus experiencias con la prostitución. Es más un libro de vivencias que un libro académico sobre feminismo. Una lectura interesante, poco habitual.
Aunque es inevitable mencionar a Donna Haraway si se quiere explicar el concepto de cyborg (un ser híbrido de naturaleza indefinida en multiples aspectos) sus escritos son, quizá, demasiado profundos y densos para facilitar su comprensión. Teresa Aguilar es más accesible.
En mis clases las mujeres suelen ser mayoría y, finalmente, suele ocurrir que una o varias de ellas acaban liderando el funcionamiento del grupo clase. Pero en el entorno científico no es lo habitual. Un vistazo a las estadísticas sobre los Premios Nobel basta para llamar la atención sobre la existencia de un desequilibrio.
En parte se debe al convencimiento, compartido por una buena parte de la sociedad, de que "la Ciencia es cosa de Hombres". Esta falsa creencia ha venido siendo denunciada en "la querelle des femmes" desde La ciudad de las damas (Christine de Pisan, 1405) hasta Inferior (Angela Saini, 2017) pero, aún así, permanece. Esto justifica la discriminación de la mujer en ámbitos científicos y oculta su presencia, logrando así una escasez de referentes femeninos que refuerza aun más las posiciones de quienes defienden que las mujeres no están capacitadas para la investigación científica. Saini da un …
En mis clases las mujeres suelen ser mayoría y, finalmente, suele ocurrir que una o varias de ellas acaban liderando el funcionamiento del grupo clase. Pero en el entorno científico no es lo habitual. Un vistazo a las estadísticas sobre los Premios Nobel basta para llamar la atención sobre la existencia de un desequilibrio.
En parte se debe al convencimiento, compartido por una buena parte de la sociedad, de que "la Ciencia es cosa de Hombres". Esta falsa creencia ha venido siendo denunciada en "la querelle des femmes" desde La ciudad de las damas (Christine de Pisan, 1405) hasta Inferior (Angela Saini, 2017) pero, aún así, permanece. Esto justifica la discriminación de la mujer en ámbitos científicos y oculta su presencia, logrando así una escasez de referentes femeninos que refuerza aun más las posiciones de quienes defienden que las mujeres no están capacitadas para la investigación científica. Saini da un repaso, y desmonta, a los principales argumentos en los que se basa la creencia de que las mujeres son seres inferiores.
"En resumen: los niños y las niñas jugarían juntos sin causarse daño si la distinción de sexos no fuese inculcada mucho antes de que la naturaleza marcase alguna diferencia.
[...] deseo insistir en la necesidad de educar a los sexos juntos, para perfeccionar a ambos,
[...] debe permitirse a las mujeres encontrar su virtud en el conocimiento, lo que apenas es posible a menos que sean educadas mediante las mismas actividades que los hombres."
Mary Wollstonecraft (Vindicación de los derechos de la mujer, 1792).
Allá por el 1790 Mary Wollstonecraft se dirigía a Talleyrand-Périgord para pedirle algo muy simple: que el sistema educativo francés tratase por igual a niños y niñas. Talleyrand, quien había propuesto enseñanza gratuita para niños y niñas, lo hizo con la intención de que las niñas fuesen educadas para la realización de labores domésticas. Finalmente la constitución de 1791 reconoció la ciudadanía de los hombres, no …
"En resumen: los niños y las niñas jugarían juntos sin causarse daño si la distinción de sexos no fuese inculcada mucho antes de que la naturaleza marcase alguna diferencia.
[...] deseo insistir en la necesidad de educar a los sexos juntos, para perfeccionar a ambos,
[...] debe permitirse a las mujeres encontrar su virtud en el conocimiento, lo que apenas es posible a menos que sean educadas mediante las mismas actividades que los hombres."
Mary Wollstonecraft (Vindicación de los derechos de la mujer, 1792).
Allá por el 1790 Mary Wollstonecraft se dirigía a Talleyrand-Périgord para pedirle algo muy simple: que el sistema educativo francés tratase por igual a niños y niñas. Talleyrand, quien había propuesto enseñanza gratuita para niños y niñas, lo hizo con la intención de que las niñas fuesen educadas para la realización de labores domésticas. Finalmente la constitución de 1791 reconoció la ciudadanía de los hombres, no de las mujeres, y las voces discordantes como Olympe de Gouges fueron acalladas en la guillotina.
En "Vindicación de los derechos de la mujer" Mary Wollstonecraft, además de pedir un sistema educativo que trate por igual a niños y niñas, realiza una descripción de la situación de la mujer europea a finales del siglo XVIII. Esta autora es considerada una de las principales figuras de la Primera Ola del feminismo europeo.
"En resumen: los niños y las niñas jugarían juntos sin causarse daño si la distinción de sexos no fuese inculcada mucho antes de que la naturaleza marcase alguna diferencia.
[...] deseo insistir en la necesidad de educar a los sexos juntos, para perfeccionar a ambos,
[...] debe permitirse a las mujeres encontrar su virtud en el conocimiento, lo que apenas es posible a menos que sean educadas mediante las mismas actividades que los hombres."
Mary Wollstonecraft (Vindicación de los derechos de la mujer, 1792).
Allá por el 1790 Mary Wollstonecraft se dirigía a Talleyrand-Périgord para pedirle algo muy simple: que el sistema educativo francés tratase por igual a niños y niñas. Talleyrand, quien había propuesto enseñanza gratuita para niños y niñas, lo hizo con la intención de que las niñas fuesen educadas para la realización de labores domésticas. Finalmente la constitución de 1791 reconoció la ciudadanía de los hombres, no …
"En resumen: los niños y las niñas jugarían juntos sin causarse daño si la distinción de sexos no fuese inculcada mucho antes de que la naturaleza marcase alguna diferencia.
[...] deseo insistir en la necesidad de educar a los sexos juntos, para perfeccionar a ambos,
[...] debe permitirse a las mujeres encontrar su virtud en el conocimiento, lo que apenas es posible a menos que sean educadas mediante las mismas actividades que los hombres."
Mary Wollstonecraft (Vindicación de los derechos de la mujer, 1792).
Allá por el 1790 Mary Wollstonecraft se dirigía a Talleyrand-Périgord para pedirle algo muy simple: que el sistema educativo francés tratase por igual a niños y niñas. Talleyrand, quien había propuesto enseñanza gratuita para niños y niñas, lo hizo con la intención de que las niñas fuesen educadas para la realización de labores domésticas. Finalmente la constitución de 1791 reconoció la ciudadanía de los hombres, no de las mujeres, y las voces discordantes como Olympe de Gouges fueron acalladas en la guillotina.
En "Vindicación de los derechos de la mujer" Mary Wollstonecraft, además de pedir un sistema educativo que trate por igual a niños y niñas, realiza una descripción de la situación de la mujer europea a finales del siglo XVIII. Esta autora es considerada una de las principales figuras de la Primera Ola del feminismo europeo.