Adiós Lucerito Alba.

En cuanto vi que mi querida Adriana Gaido había escrito otro libro, no dudé en comprarlo. Dudé en comenzarlo ahora, ya que estoy leyendo el libro de Ted Chiang, pero no pude evitar ojearlo para ver de qué va. Bueno, quedé fascinada y lo estoy leyendo a la par del otro. Esto me parece muy interesante porque hay algo que une ambas tramas: la lengua, el idioma, la comunicación. No me sucedió estar leyendo dos libros de autores y géneros diferentes con algo tan querido por mí en común.