La vía de la narración

Este breve libro es uno de esos objetos que parece un cuadernillo, una cosa de escaso valor. Al ver las 53 páginas en las que está escrito da la impresión de que una idea completa no cabe ahí; los fragmentos cortos parecen apuntar al mismo lugar. Sin embargo, Baricco es sumamente experimentado y desde el número 1, el lector ya no puede abandonar la obra. Entrar al inmenso cosmos de la narrativa por medio de esta ventanita, como un ojo de buey de un camarote, es asomarse a cosas muy diferentes a «manual», «tutorial», «aprenda cómo…» La historia aquí no es materia en la línea de producción para consumidores insaciables; tampoco se trata de un producto ISO, cuyos estándares están satisfechos. La historia para Baricco retoma, como en la Antigüedad, su carácter de misterio e incluso de divinidad. Entre parte y parte, se despierta una emoción de que algo inconmensurable se insinúa en el libro. Y la «vía» es el contexto perfecto. Así como en el Japón el camino de la espada (kendo) o el camino de la energía en balance (aikido) e incluso el de la ceremonia del té, conducían a los iniciados al trance místico, la narración también puede conseguirlo. Contactar con una historia genuina puede ser éxtasis. Estas 53 páginas no se pueden agotar en una sola lectura, ni en una breve tarde de sillón y té. La vía de la narración es un libro para estudiar una y otra vez, justo como el Libro del Tao, por mencionar el máximo ejemplo.