Inspiré d'un fait divers survenu en 1856, Beloved exhume l'horreur et la folie d'un passé douloureux. Ancienne esclave, Sethe a tué l'enfant qu'elle chérissait au nom de l'amour et de la liberté, pour qu'elle échappe à un destin de servitude. Quelques années plus tard, le fantôme de Beloved, la petite fille disparue, revient douloureusement hanter sa mère coupable.
Loin de tous les clichés, Toni Morrison ranime la mémoire et transcende la douleur des opprimés. Prix Pulitzer en 1988, Beloved est un grand roman violent et bouleversant.
Traduit de l'anglais (États-Unis) par Hortense Chabrier et Sylviane Rué
A pesar de su estructura narrativa en forma de flashbacks y realismo mágico que por momentos crea una gran profundidad a la trama como inmediatamente después la desmerece, se convierte en todo un reto poder terminar esta tremenda historia donde Toni Morrison nos desafía a reflexionar sobre la justicia, la opresión, la violencia, el peso del pasado y esos fantasmas que regresan revelando secretos.
La pluma de Morrison en cuanto a plasmar la complejidad de las emociones y las relaciones es extraordinaria.
No hubo un solo día en el que leyera esto sin que me rompiera el corazón. Eso me hace pensar que además del talento necesario para escribir una historia así, se necesita también una dosis inhumana de paciencia y de cariño.
Más que acercarse al horror, esto va más por la senda del realismo mágico. Toma ciertos elementos de la cultura de esa época y los exagera un poco: fantasmas que todos ven, gente que entiende bien lo que significa no tener líneas en la palma de la mano, o que es perfectamente natural (para un negro, imagino) tener una casa embrujada.
Hay cierto tipo de resistencia histórica (y lo digo desde la ignorancia, claro) en cuanto a lo que rodea la esclavitud. Sabemos que es una práctica que se condena porque no es digna en el ser humano (ni apropiarse de otra persona o ser simplemente un objeto), pero …
No hubo un solo día en el que leyera esto sin que me rompiera el corazón. Eso me hace pensar que además del talento necesario para escribir una historia así, se necesita también una dosis inhumana de paciencia y de cariño.
Más que acercarse al horror, esto va más por la senda del realismo mágico. Toma ciertos elementos de la cultura de esa época y los exagera un poco: fantasmas que todos ven, gente que entiende bien lo que significa no tener líneas en la palma de la mano, o que es perfectamente natural (para un negro, imagino) tener una casa embrujada.
Hay cierto tipo de resistencia histórica (y lo digo desde la ignorancia, claro) en cuanto a lo que rodea la esclavitud. Sabemos que es una práctica que se condena porque no es digna en el ser humano (ni apropiarse de otra persona o ser simplemente un objeto), pero este libro abre los ojos para todos aquellos que no imaginamos nunca lo que significó esa situación. No se trata de personas siendo explotadas como herramientas, sino también como animales: controlar su reproducción, atentar contra su habilidad de comunicarse con sus propias palabras. El mayor horror que narra esta historia no es de espantos o de apariciones de muertos, sino de todo eso que se hizo en cierto momento, y que se hizo dentro de una aparente normalidad que nadie, o muy pocos, se atrevieron a cuestionar.
La historia de Sethe, con esos dejos de no ficción romantizada no es menos cruel y bárbara que la idea principal del libro. La historia de una esclava que mata a su hija para que no sufra lo mismo que ella no es un resumen, o la sinopsis de esta historia. Es, apenas, el punto de partida.