Entre visillos

Relato de la sociedad de provincias de los cincuenta. En ella la mujer sólo podía aspirar a casarse, a toda costa y dejando todo atrás. No merecía la pena estudiar, o prepararse para nada más que no fuera tener hijos. Resulta agobiante la falta de salidas para ellas y ellos. Ellas están abocadas a ser esposas y madres y ellos los maridos. Como decía mi abuela, los hombres son de la calle. A ratos, me ha recordado un poco a "El Jarama" de Sánchez Ferlosio, en el sentido de que no sucede nada transcental, las cosas son lo que son y así deben ser.

En el plano personal, me alegra ver que en poco más de cicuenta años la situación de la mujer ha mejorado tanto. Aun así, queda mucho camino por recorrer.