Álvaro G. Molinero reviewed Auge y caída de las grandes potencias by P. Kennedy (Ensayo-historia)
Historia de bolsillo
5 stars
Obra enciclopédica que estudia la evolución del equilibrio de poderes de los Estados-Nación durante los últimos cinco siglos (1492-1987). La hipótesis principal del libro es que el desarrollo económico de un Estado, entendido como capacidad industrial y financiera para la producción, determina en parte la capacidad del mismo para soportar los envites a los que, inevitablemente en un mundo competitivo, se verá sometido por parte de otros Estados. Potencias contra aspirantes a potencias. La hipótesis supone la guerra que, inevitablemente, se producirá entre las grandes potencias aspirantes y las que ostenten el máximo poder. A su vez, una gran potencia no puede mantener eternamente su estatus porque, entre otros factores, la extensión territorial y el desarrollo tecnológico le imponen unos gastos en defensa crecientes, haciéndola entrar en una espiral de gasto ascendente si quiere conservar el puesto de dominadora. Aún así la pérdida de posición, o ganancia, en el poder …
Obra enciclopédica que estudia la evolución del equilibrio de poderes de los Estados-Nación durante los últimos cinco siglos (1492-1987). La hipótesis principal del libro es que el desarrollo económico de un Estado, entendido como capacidad industrial y financiera para la producción, determina en parte la capacidad del mismo para soportar los envites a los que, inevitablemente en un mundo competitivo, se verá sometido por parte de otros Estados. Potencias contra aspirantes a potencias. La hipótesis supone la guerra que, inevitablemente, se producirá entre las grandes potencias aspirantes y las que ostenten el máximo poder. A su vez, una gran potencia no puede mantener eternamente su estatus porque, entre otros factores, la extensión territorial y el desarrollo tecnológico le imponen unos gastos en defensa crecientes, haciéndola entrar en una espiral de gasto ascendente si quiere conservar el puesto de dominadora. Aún así la pérdida de posición, o ganancia, en el poder mundial es relativa. Que un Estado pierda poder significa que lo gana a menos velocidad que otros. Veamos brevemente cómo ha sucedido esto a lo largo de los 5 periodos que el autor distingue:
I) El “Ascenso del mundo occidental” durante los siglos XIII-XIV era algo imprevisto. La dinastía Ming o el Imperio Otomano estaban mucho mejor situados para tomar la delantera como potencia mundial. Sin embargo, una serie de decisiones en estas potencias, junto con la existencia de una Europa multipolar, harían que los incipientes Estados europeos se fortaleciesen y, de forma relativa, China, los otomanos, los Persas o los Mongoles perdieran poder (Los Ming decicieron aislarse marítimamente del resto del mundo, al igual que los otomanos, que además decidieron prohibir el comercio y la libre circulación y creación de conocimiento. Los persas bastante tenían con lidiar con un territorio culturalmente muy heterogéneo).
II) A principios del siglo XVI la dinastía de los Habsburgo heredó un importante territorio europeo y todos los territorios de ultramar de estos territorios: Castilla, que por entonces tenía a Portugal bajo su corona, al igual que Aragón y Nápoles, Las 17 provincias Holandesas y Austria. Esto hizo reactivarse al resto de Estados. Los Habsburgo estaban controlando demasiado territorio europeo. Así, la primera gran potencia, el Imperio de los Habsburgo, fue durante más de 100 años sometida a continuos embates de las aspirantes a gran potencia (1519-1659): la Guerra de los 80 años enfrentó a los Habsburgo con las provincias holandesas, 7 de ellas consiguieron su independencia apoyadas durante todo este tiempo por Inglaterra, que estableció un mutualismo con ellas en dirigentes y tropas, Inglaterra además, modernizó su ejército, su sistema político y su burocracia (impuestos) de la mano del dictador Cronwell, favoreció también la independencia de Portugal en 1640 del Imperio de los Habsburgo, convirtiéndose también en aspirante dado su inmenso territorio de ultramar. Francia deseaba parte de las provincias holandesas y presionó a los Habsburgo también con la revolución catalana y la Napolitana del siglo XVII. La Paz de Westfalia 1647 y el pacto de los pirineos de 1659.
III) Con la Paz de Westfalia nacen los modernos Estados-Nación. Las provincia unidas de los paises bajos se convierten en potencia. Inglaterra sigue forjando su supremacía marítima y sienta las bases de su podería comercial. Francia se enriquece y los Habsburgo pasan a tener un Imperio mucho menor. Portugal se une a la fiesta. Existe en Europa un verdadero mundo multipolar que, cada vez, dada la expansión imperial que se va a dar en este periodo (1660-1815), será más mundial. Inglaterra es una potencia de periferia en Europa, lo que le da una situación privilegiada: es difícil de atacar bélicamente. Lo mismo ocurría con la naciente Rusia, tras la fusión de Moscovia y los tártaros y con los Estados Unidos. Pese a que la independencia de los Estados Unidos fue un golpe para Inglaterra, como nación imperial, no supuso una pérdida de supremacía. Es más, ésta fue basculando de los Países Bajos hacia Inglaterra: un territorio cada vez más basto ofrecía más posibilidades de inversión de las que podía ofrecer la compañía de las indias orientales, cada vez más reducidas relativamente. Suecia también es una potencia en ésta época, desarrollándose principalmente como Estado proveedor de mercenarios y comercial. El Imperio Otomano, pese a que había perdido mucho poder relativo, en sucesivas oleadas , cada vez menos frecuentes, llamaba a las puertas de Viena. El autor debería haber subdividido esta sección porque, a en el siglo XVIII ocurren muchas cosas: se independiza Estados Unidos, Rusia se expande, se fortalece Suecia, el Imperio Habsburgo cae (Nace España como Estado-nación tras la asimilación de la Corona de Aragón y la toma de la corona por un borbón francés), nace el Imperio Austro-Húngaro de los Habsburgo y se crea el Estado germano más grande, Prusia-Brandeburgo, el gérmen de Alemania.
IV) Inglaterra se vuelve hegemónica, sobre todo a nivel comercial y productivo, y con una marina imbatible. Prusia gana la hegemonía con el Imperio Autro-húngaro en el campo germano, Rusia se convierte en una potencia bélica en números y se desarrolla industrialmente de forma desigual. Francia moderniza su ejército e Italia se reunifica y entra en el juego internacional, aunque con unas desigualdades territoriales inmensas. Estados Unidos comienza a captar también recursos financieros y su industria se expande. Alexis De Tocqueville predijo que Estados Unidos y Rusia estaban llamados a gobernar un mundo bipolar, por su tamaño por su situación geográfica. De momento, los colosos solo habían despertado mientras Europa preparaba, literalmente, su guerra. Durante los años previos, todas las potencias desarrollaron planes para una gran guerra en Europa y para invadir rápida y eficazmente a sus adversarios. Prusia pretendía hacerse con el norte minero de Francia, Francia con absacia en manos de los Austro-húngaro, y estos vigilaban a los Serbios y Rusia siempre como una sombra capaz de barrer europa con su enorme ejército (mal equipado, como se demostró en Crimea, y con una economía que no era capaz de soportar la guerra). Y la guerra se declaro por el asesinato del Archiduque austrohúngaro por un serbio anarquista: un claro ejemplo de efecto dominó entre las potencias Europeas. La guerra dañó las economías de todos los beligerantes y Estados Unidos salió victorioso de forma relativa. La destrucción de la actividad productiva en el resto de países hizo que la desarrollada economía de guerra estadounidense subiese como porcentaje global. La segunda guerra mundial no hizo más que acentuar esta tendencia, solo que otra gran potencia adquirió una economía de guerra que le fué muy útil después de la Guerra: la Unión Soviética.
V) La Segunda guerra mundial dejó a USA con el 45% del PIB mundial y, por tanto, como primera superpotencia