Con gran inteligencia literaria y una intuición obsesivamente trabajada, Lilian López Camberos observa el entorno de la vida de sus personajes y lo convierte en una serie de mensajes inquietantes que iluminan, con una rara luz, escenas cotidianas La condición humana se revela en estos relatos como una misteriosa experiencia en donde la reflexión es la protagonista.
Un sillón inflable que flota en la alberca, una planta en el balcón, un departamento empolvado y pestilente y un episodio de intercambios sexuales oscuros en un hotel de lujo, son algunos de los elementos y circunstancias que la autora pone en abismo para construir meditaciones íntimas que son como lo ilegible en un manuscrito antiguo. Quisiera quedarme quieta mantiene su tensión y logra filtrarse al inconsciente con una prosa diáfana, extrañamente intervenida por lo fantasmagórico, que logra un punto de vista al margen, marcado por el acecho, el sigilo y la cautela. …
Con gran inteligencia literaria y una intuición obsesivamente trabajada, Lilian López Camberos observa el entorno de la vida de sus personajes y lo convierte en una serie de mensajes inquietantes que iluminan, con una rara luz, escenas cotidianas La condición humana se revela en estos relatos como una misteriosa experiencia en donde la reflexión es la protagonista.
Un sillón inflable que flota en la alberca, una planta en el balcón, un departamento empolvado y pestilente y un episodio de intercambios sexuales oscuros en un hotel de lujo, son algunos de los elementos y circunstancias que la autora pone en abismo para construir meditaciones íntimas que son como lo ilegible en un manuscrito antiguo. Quisiera quedarme quieta mantiene su tensión y logra filtrarse al inconsciente con una prosa diáfana, extrañamente intervenida por lo fantasmagórico, que logra un punto de vista al margen, marcado por el acecho, el sigilo y la cautela. CARLA FAESLER
Seis cuentos protagonizados por mujeres en los que el hilo conductor es la alienación que sienten sus protagonistas. El Otro como antagonista, aunque no esté siempre del todo consciente de serlo.
Me alegra no soy el único a quien le repelen los fans de Joaquín Sabina. :^D