La Etiqueta del Asesino

Para atar cabos hay un elemento fundamental además de la propia habilidad: una cuerda. El comisario anda buscando una soga desde hace tiempo sin saber que el asesino le trae una arrastrando para ver cómo se la echa al cuello. Esta confusión es demostrativa del tumulto de emociones, sangre y humores que se desparramarán en cuanto abras las páginas que vas a leer. En esta historia encontrarás frailes, perturbados, víctimas culpables (también inocentes, pero las menos), una puerta que tardarás en olvidar, mafiosos utilizando el dialecto siciliano del Bierzo para luego explotar, y hasta un ninja, accidental y secundario. Ni un segundo de respiro, ni un minuto de reflexión, acción, acción y más acción, como en las mejores películas del género. Y como en ellas, a pesar de la promoción sí que hay instantes para la introspección, aunque aquí siempre por causas perversas y maliciosas. ¿A qué esperas para empezar por la tapa, como se hace normalmente?