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El hombre que vendió la luna
Robert A. Heinlein nos traslada en esta novela a un futuro muy inmediato. Este libro, en efecto, sitúa su acción antes del final del siglo XX… pero teniendo en cuenta la fabulosa rapidez con que "hoy las ciencias adelantan", el lector no deberá sorprenderse de hallar en esta obra heinleniana cosas tan sorprendentes como carreteras que corren solas, trasladando a las cosas y a las personas, en lugar de ser éstas las que se muevan sobre ellas… células luminosas que transforman la luz solar en energía, realizando con ello uno de los más antiguos sueños de la Técnica… el primer viaje de ida y vuelta a la Luna, en el que no puede participar el hombre que lo hizo posible y para ello "vendió la Luna" por anticipado… o la maravillosa máquina del Doctor Pinero, que predice el momento exacto de la muerte de cada individuo, lo cual significa la …
Robert A. Heinlein nos traslada en esta novela a un futuro muy inmediato. Este libro, en efecto, sitúa su acción antes del final del siglo XX… pero teniendo en cuenta la fabulosa rapidez con que "hoy las ciencias adelantan", el lector no deberá sorprenderse de hallar en esta obra heinleniana cosas tan sorprendentes como carreteras que corren solas, trasladando a las cosas y a las personas, en lugar de ser éstas las que se muevan sobre ellas… células luminosas que transforman la luz solar en energía, realizando con ello uno de los más antiguos sueños de la Técnica… el primer viaje de ida y vuelta a la Luna, en el que no puede participar el hombre que lo hizo posible y para ello "vendió la Luna" por anticipado… o la maravillosa máquina del Doctor Pinero, que predice el momento exacto de la muerte de cada individuo, lo cual significa la ruina para las Compañías de Seguros. Heinlein, el "Balzac futurista", como ha sido denominado por la crítica, amplía en esta obra su galería de personajes, vívidos, humanos, palpitantes, llenos de humor y de ironía, trágicos unas veces, risueños otras, pero siempre fascinantes, nuevos y… reales.