203 pages
Spanish language
Published Jan. 1, 1972 by Editorial Sudamericana.
203 pages
Spanish language
Published Jan. 1, 1972 by Editorial Sudamericana.
In Evil Hour takes place in a nameless Colombian village. Someone has been placing satirical pasquinades about the town, outlining the locals' shameful secrets. Some dismiss these as common gossip. However, when a man kills his wife's supposed lover after reading of her infidelity, the mayor decides that action is called for. He declares martial law and sends soldiers (who are actually armed thugs) to patrol the streets. He also uses the 'state of unrest' as an excuse to crack down on his political enemies. (Wikipedia)
Al pueblo ha llegado «la mala hora» de los campesinos, la hora de la desgracia. La comarca ha sido «pacificada» después de tanta guerra civil. Han ganado los conservadores, que se dedican a perseguir cruel y pertinazmente a sus adversarios liberales. Al alba de una mañana, mientras el padre Ángel se dispone a celebrar la misa, suena un disparo en el pueblo. Un comerciante …
In Evil Hour takes place in a nameless Colombian village. Someone has been placing satirical pasquinades about the town, outlining the locals' shameful secrets. Some dismiss these as common gossip. However, when a man kills his wife's supposed lover after reading of her infidelity, the mayor decides that action is called for. He declares martial law and sends soldiers (who are actually armed thugs) to patrol the streets. He also uses the 'state of unrest' as an excuse to crack down on his political enemies. (Wikipedia)
Al pueblo ha llegado «la mala hora» de los campesinos, la hora de la desgracia. La comarca ha sido «pacificada» después de tanta guerra civil. Han ganado los conservadores, que se dedican a perseguir cruel y pertinazmente a sus adversarios liberales. Al alba de una mañana, mientras el padre Ángel se dispone a celebrar la misa, suena un disparo en el pueblo. Un comerciante de ganado, advertido de la infidelidad de su mujer por un pasquín pegado a la puerta de su casa, acaba de matar al presunto amante de ésta. Es uno más de los pasquines anónimos clavados en las puertas de las casas, que no son panfletos políticos, sino simples denuncias sobre la vida privada de los ciudadanos. Pero no revelan nada que no se supieran de antemano: son los viejos rumores que ahora se han hecho públicos, y a partir de ellos estalla la violencia subyacente a la luz tórrida, espesa, cansada y pegajosa, en una serie de escenas encadenadas de inolvidable belleza. (https://stories.audible.com)